Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 539
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Capítulo 539:
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Al principio, solo observaba. Luego vino la envidia. Y, finalmente, los celos. Noche tras noche, se hicieron más fuertes.
Con el tiempo, se dio cuenta de que la quería. No para admirarla desde lejos, sino para tenerla.
Aunque ella amaba a otra persona, él ya se había enamorado.
«¿Qué pasa? ¿Te cuesta responder?», preguntó Brandon, devolviéndolo al presente.
—Sabes tan bien como yo que la naturaleza humana es complicada, Brandon —dijo Myron—. No hay necesidad de hacer preguntas tan infantiles. Pero si quieres una respuesta clara, aquí la tienes. Me gusta Millie. Nunca te he mentido sobre eso. —Dejó su copa sobre la mesa y miró a Brandon, que parecía incapaz de ocultar la amargura de su rostro.
—¿No has elegido ya a Vivian? —preguntó Myron—. Mientras le dabas la espalda a Millie, ¿sabes cuántas veces lloró por ti?
Brandon lo miró en silencio.
«Si ya has tomado una decisión, no mires atrás», dijo Myron. «Déjala ir. Deja de hacerle daño».
—No puedo —los ojos de Brandon se enrojecieron—. No puedo vivir sin ella.
Myron frunció el ceño y se quedó callado.
—Podrías tener a cualquiera —dijo Brandon en voz baja—. ¿Por qué tiene que ser ella? No es la única…
—¿Cómo lo sabes? —lo interrumpió Myron.
Brandon se quedó en silencio, atónito por la intensidad de la mirada de Myron.
En ese momento, comprendió algo con claridad por primera vez.
Myron hablaba en serio. No estaba jugando. Realmente quería a Millie. Y solo a ella.
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La noche era fresca. Millie yacía sola en la bañera, rodeada de calor.
El vapor se elevaba a su alrededor, suavizando los contornos de la habitación.
Ella miraba fijamente el agua, con la mente divagando por todo lo que había sucedido: acontecimientos recientes, viejos recuerdos.
Solo tenía veinticinco años, pero la vida ya la había hecho pasar por una tormenta tras otra.
Su matrimonio con Brandon era irreparable.
No quería quedarse anclada en el pasado. Quería seguir adelante.
Pensó en Myron y en la mirada de sus ojos. Cálida. Firme. Llena de afecto.
Bajó la mirada y se quedó mirando su reflejo en el agua.
Por un momento, ella también lo había sentido. Esa sutil sensación de cosquilleo.
Quizás fuera el calor. Quizás fuera algo más. Su corazón comenzó a latir con fuerza.
¿Debería aceptarlo? ¿Debería permitirse corresponder a esos sentimientos? Sus pensamientos se volvieron confusos.
De vuelta en el Blue Lounge, Myron ya se había marchado.
Brandon se quedó atrás, bebiendo un vaso tras otro.
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