Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 535
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 535:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Levantó la mano y le acarició suavemente la cara, levantando su mirada hacia la suya.
Aún arrodillado, la miró a los ojos.
«Quiero que me quieras. Quiero que me aceptes. No por Ari. No por un trato. No por nada más». Sus ojos eran firmes y sinceros.
«En tu corazón», dijo, «quiero que haya un lugar para mí. Para Myron Elliott».
Una brisa sopló suavemente entre los árboles. Millie bajó la mirada hacia él, el hombre que seguía arrodillado ante ella.
En ese momento de silencio, su corazón se agitó como una hoja atrapada por el viento.
Myron miró a Millie y, en ese momento de silencio, sintió como si todo lo demás se hubiera desvanecido, dejando solo a los dos en el mundo. La suave brisa le agitaba los mechones de pelo y el calor de su mano la recorría, despertando en ella un sentimiento que no sabía definir.
Entonces, él sonrió.
La sonrisa iluminó su rostro y parecía genuinamente feliz.
Se quedó arrodillado, mirándola con ojos que no contenían más que afecto.
Por fin, lo vio. Después de todo este tiempo, vislumbró el afecto en sus ojos.
No era mera gratitud, compatibilidad o amistad.
Era verdadero afecto hacia él.
Pasó rápidamente, pero ese fugaz momento lo hizo muy feliz. Si amar significaba rebajarse por completo, entonces estaría encantado de permanecer a sus pies, solo por la oportunidad de estar cerca de su corazón.
Millie vio la sonrisa de Myron.
Era la primera vez en días que lo veía brillar con tanta calidez. Su aire tranquilo y refinado habitual había desaparecido, y sus ojos ahora estaban llenos de una emoción cruda e intensa.
Descúbrelo ahora en ɴσνєℓα𝓼4ƒ𝒶𝓷.c♡𝓂 disponible 24/7
No había nada de contenido en ella. Por primera vez, vio una mirada firme y posesiva en sus ojos. Eso la hizo sentir inexplicablemente tímida.
Bajó la mirada y giró la cabeza, incapaz de sostener su mirada.
Myron se puso de pie y se colocó a su lado.
Se alzaba imponente sobre su pequeña figura, capaz de envolverla fácilmente entre sus brazos. La miró fijamente, absorbiéndola con la mirada. El viento le despeinaba el cabello y ella bajó las pestañas cuando inclinó la cabeza.
Sintió un repentino impulso de atraerla hacia él, pero se contuvo.
Luego dijo: «Hace buen tiempo esta noche y la brisa es agradable. ¿Quieres seguir caminando un rato?».
Millie asintió con la cabeza.
Entonces él extendió la mano y le ofreció la palma abierta. Tenía una mano grande, con las líneas claramente marcadas.
Ella abrió ligeramente los labios y dudó un momento, pero luego, lentamente, colocó su mano en la de él.
.
.
.