Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 522
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Capítulo 522:
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«Entendido». Eugene se puso manos a la obra de inmediato.
Brandon regresó al coche, con el ceño fruncido mientras miraba el documento que acababa de recibir.
¿Vivian estaba fingiendo?
Arrancó el motor y se marchó.
El tiempo pasó rápidamente.
Un día, mientras Brandon se dirigía al Grupo Watson, una notificación iluminó su teléfono: «Última hora: Millie y Myron vistos muy acaramelados». La foto los mostraba en un yate, en alta mar, pescando juntos.
Pero no era una típica excursión de pesca. Ambos sostenían la misma caña, sacando algo del agua. Estaban muy cerca el uno del otro, demasiado cerca. El teléfono de Brandon volvió a vibrar.
Era Darden. «Hola, amigo, ¿has visto las noticias? Millie y Myron se han ido a pescar al mar».
Brandon se quedó mirando el mensaje durante un momento y luego respondió: «Lo he visto».
Darden volvió a enviarle un mensaje. «Pero ¿no dijiste que estaba ocupada con su hija adoptiva? ¿Por qué está ahí fuera pescando con él?».
Brandon no respondió.
Obtuvo la dirección y condujo directamente hasta allí.
Millie y Myron regresaban con una nevera llena de pescado.
«¡No pensé que pescaríamos tantos!», dijo Millie, con los ojos muy abiertos por la sorpresa.
Myron la había invitado a su segunda cita semanal. Ella casi la rechazó. El lanzamiento del nuevo producto era al día siguiente y Ari seguía en el hospital. Además, ¿quién iba a pescar en el mar en una cita?
Habían pasado cinco días desde la operación de Ari. Los médicos habían recomendado entre cinco y diez días de observación médica, y Millie quería que se quedara un poco más para asegurarse de que realmente estaba bien.
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«Ya he pensado en eso», dijo Myron con una sonrisa cuando Millie le expresó su preocupación. «Tengo una casa en la playa cerca. Ya hay un médico y un chef allí. Llevaremos a Ari con nosotros y, después de pescar, cocinaremos y comeremos juntos».
Incluso consultó a Alexia y a su hermano para asegurarse de que la salud de Ari aguantaría tal excursión.
Al final, se convirtió en una salida en grupo. Se dividieron en equipos y lo convirtieron en una competición.
Alexia gritaba emocionada con cada captura y, con Giffard a su lado, también pescaron bastante. Pero las estrellas del día fueron Millie y Myron. Su nevera era, con diferencia, la más llena.
Mientras caminaban de vuelta por la cubierta, Millie pisó un charco resbaladizo y perdió el equilibrio.
«¡Cuidado!», gritó alguien. En un instante, Myron la agarró del brazo y la estabilizó. Millie jadeó e instintivamente se aferró a él. Parecía que había caído directamente en sus brazos.
En ese momento, sintió algo afilado, como agujas pinchándole la piel.
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