Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 49
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 49:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Las lágrimas corrían por el rostro de Millie, con el corazón oprimido por un dolor que no podía controlar.
«Brandon…», logró susurrar Millie finalmente mientras él alejaba a Vivian de la salida.
Él dudó, deteniéndose un momento, pero nunca se volvió para mirarla. Sus ojos permanecieron fijos en el pasillo blanco más allá de las puertas.
Ya había caído la noche y el pasillo estaba vacío, envuelto en silencio.
El corazón de Brandon estaba todo menos tranquilo.
Cuando se desató el caos, había visto a Millie caer por las escaleras. Lo que ahora le atormentaba era la idea de que él pudiera haber sido quien la empujó.
Apretó los puños con tanta fuerza que las uñas se le clavaron en las palmas, y todo su cuerpo temblaba por la fuerza con la que apretaba.
Justo a su lado, Vivian pronunció su nombre con voz suave. —Brandon —dijo en voz baja.
Él bajó la mirada y observó el rostro de Vivian, con la mejilla hinchada y magullada, y un chichón reciente en la frente, fruto de la pelea que habían tenido antes.
Cerró los ojos durante un instante.
Cuando los abrió, habló con tono tranquilo. «Ya está, Millie».
Sin decir nada más, tomó a Vivian de la mano y la guió hacia la salida de emergencia.
Un grito resonó detrás de ellos, la voz de Alexia llena de dolor. «¡Brandon!». Él siguió caminando y no miró atrás.
Desde la escalera, Millie solo pudo ver cómo Brandon se alejaba. Al atravesar las puertas, Vivian miró por encima del hombro, con los ojos brillantes de victoria y un toque de burla.
Incapaz de soportarlo, Millie cerró los ojos y dejó que las lágrimas cayeran.
La verdad era que lo había perdido todo hacía mucho tiempo.
𝒟𝒾𝓈𝒻𝓇𝓊𝓉𝒶 𝓂á𝓈 𝑒𝓃 ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.c𝓸𝓶
¿Por qué lo había llamado de nuevo?
Debería haberlo visto venir.
¿Era porque no podía dejarlo ir? ¿O era porque él era el padre de su bebé?
Se había prometido a sí misma que nunca volvería a dejar que su corazón vacilara. Entonces, ¿por qué no podía cumplir esa promesa?
Las lágrimas seguían corriendo por sus mejillas y el dolor en su estómago empeoraba.
La tristeza que sentía en su interior se volvió tan intensa que parecía que fuera a devorarla por completo. Una sola palabra escapó de sus labios, tranquila y desesperada. «Alexia…».
Millie no sabía qué más hacer, solo que necesitaba a Alexia cerca.
Alexia ya estaba sollozando, con las manos ocupadas secando el rostro de Millie, pero sus lágrimas seguían cayendo, haciendo imposible secarlas todas.
«Millie, todo esto es por mi culpa», gritó Alexia, abrazando a Millie con fuerza. «Lo siento mucho, Millie. De verdad… lo siento mucho».
El dolor de Millie era tan intenso que sus pensamientos comenzaron a difuminarse y desvanecerse.
Las imágenes de su sueño parecían pasar ante sus ojos: su padre haciendo girar a su madre con un vestido rojo brillante, el rostro más joven de Brandon observándolo todo desde su balcón.
.
.
.