Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 423
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Capítulo 423:
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Las palabras le sonaban extrañas en la lengua, como si provinieran de otra persona.
Derek se quedó paralizado en medio del golpe, con el bastón en el aire.
«¿Qué has dicho?», preguntó Derek con tono incrédulo.
Brandon bajó la mirada y se fijó en el resplandor verde del letrero de salida.
«Lo presentamos hace un mes. Se ha formalizado hace solo unos días», dijo en voz baja.
Durante tres largos segundos, no se oyó ni un solo ruido en el pasillo. La verdad flotaba en el aire, imposible de retirar.
Matthew rompió el silencio, con incredulidad en su tono. «Sr. Watson, esto no es algo con lo que se pueda bromear. ¡No se inventaría algo así solo para evitar una llamada a la Sra. Watson, y menos delante de sus abuelos!».
Brandon mantuvo la boca cerrada, con la mandíbula apretada.
—Tú… —La ira de Derek estalló y volvió a golpear la pierna de Brandon con su bastón—. ¡Genial, Brandon, simplemente genial!
Cada respiración de Derek era pesada y entrecortada, su pecho se agitaba con rabia mientras miraba a Brandon con los ojos enrojecidos. «¿Así que planeaste dejar a Millie hace al menos un mes? ¿Y todo este tiempo estuviste paseándote con Vivian? ¡Terminaste tu matrimonio por ella!».
Las manos de Derek temblaban tanto que apenas podía sostener su bastón, y sus labios temblaban de furia. «¿Cómo hemos podido criar a alguien como tú? ¡Te juro que te meteré algo de sentido común a golpes aunque sea lo último que haga!».
Derek levantó el bastón para golpear a Brandon de nuevo, pero se detuvo y sus palabras se apagaron. «Nuestra familia… Watson…». De repente: «¡Derek!».
—¡Sr. Watson!
Derek dejó de respirar, sus ojos se pusieron en blanco y se desplomó donde estaba. Matthew y Norma lo sujetaron justo a tiempo.
—¡Abuelo! Brandon se abalanzó para ayudarlo, pero Norma le bloqueó el paso, con expresión fría y protectora.
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—Abuela, déjame… —suplicó Brandon, extendiendo la mano.
«¡Basta! ¡Fuera!», gritó Norma con voz aguda e implacable que resonó por todo el pasillo. «¡Ya no eres nuestro nieto! Hace mucho que dejaste de preocuparte por esta familia, ¡así que no finjas ahora! ¿Quieres mandarme a mí también a la tumba antes de tiempo?».
Matthew ya estaba llamando al médico, con el pánico reflejado en su rostro.
—Abuela, eso no es cierto —protestó Brandon, con los ojos enrojecidos—. Déjame ayudar al abuelo, no se encuentra bien.
Norma solo lo empujó, con las manos tan frías como sus palabras.
Las luces del sensor de la salida de emergencia parpadearon, sumiéndolos a todos en una extraña y cambiante penumbra.
Por más que Brandon intentara llegar hasta sus abuelos, Norma lo bloqueaba a cada paso.
Por un instante, el caos le recordó a Brandon aquel día en la escalera con Millie: todo el mundo tirando, todo desmoronándose.
Los médicos y enfermeras se apresuraron a cargar a Derek en una camilla y lo llevaron rápidamente a urgencias. Brandon intentó seguirlos, pero se quedó fuera de la sala de urgencias, con las puertas cerrándose de golpe ante él.
Las palabras de Norma permanecieron como hielo. «Si Derek no sobrevive, iré con él. Recuerda esto, Brandon: el peso que llevas ahora son dos vidas».
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