Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 388
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Capítulo 388:
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Los labios de Barbara esbozaron una sonrisa astuta. «Bueno, 100 000 en ese caso», dijo lentamente, inclinándose hacia delante. «La pequeña treta de Vivian nos ha venido como anillo al dedo».
El alboroto había alejado a casi todos los manifestantes, dejando la entrada al estudio de grabación completamente abierta.
Su sedán atravesó sin esfuerzo la puerta, esquivando el caos y deteniéndose junto al llamativo coche de Vivian. Barbara salió primero y ayudó a Millie a bajar del asiento trasero, justo cuando los ojos de Vivian se posaron en ellas. Se quedó paralizada, demasiado atónita para reaccionar.
Barbara se giró sobre sus talones y le dedicó a Vivian una amplia sonrisa burlona, rematándola con un exagerado gesto de incredulidad que solo sirvió para ensombrecer aún más la expresión de Vivian. Los labios de Vivian se curvaron en una mueca de desprecio. «Disfrútalo mientras puedas, Serena. Esta es la última vez que te sentirás orgullosa».
Millie no iba a dignarse a responder, pero como era la ronda final, decidió que Vivian no merecía la satisfacción de su silencio.
Se giró, captando el furioso cambio en el rostro de su rival.
Con una sonrisa audaz y despreocupada, Millie respondió: «No te preocupes, eso pienso hacer. Y créeme, esto no ha hecho más que empezar».
«¡Tú!», estalló Vivian.
«¿Estás pensando en pegarle, eh?». Antes de que Vivian pudiera lanzarse hacia adelante, Barbara y la maquilladora se interpusieron delante de Millie.
Los curiosos ya habían comenzado a reunirse, lo que obligó a Vivian a tragarse su ira y controlar su temperamento.
«Lo único que sabes hacer es hablar mucho», murmuró entre dientes, y luego dio media vuelta y se marchó.
La atención de la multitud se centró en Millie, escrutando cada uno de sus movimientos. Incluso Daphne soltó un bufido burlón al pasar junto a ella.
Millie no les prestó atención y se dirigió directamente hacia la zona entre bastidores.
ɴσνєʟα𝓼4ƒαɴ.c〇m – ¡échale un vistazo!
En poco tiempo, la disputa ya se había extendido por las redes sociales. La final ni siquiera había comenzado y el ambiente ya estaba cargado de tensión.
Además de la multitud que protestaba contra Serena, se había reunido un creciente enjambre de espectadores, ansiosos por ver cómo se desarrollaba el drama. Con la expectación en aumento, todos esperaban con gran expectación el comienzo de la retransmisión en directo.
A pesar de estar casi rodeada por los manifestantes en el exterior, Millie consiguió colarse entre bastidores antes de lo previsto. En el interior, Daphne, que no estaba dispuesta a compartir ni un centímetro de espacio con Millie, ya se había retirado a una sala privada, dejando solo a un puñado de empleados revoloteando entre bastidores.
Con los concursantes, los jueces y el presentador ausentes, el ambiente entre bastidores se sentía extrañamente desierto. Algunos miembros del personal miraban a Millie con recelo, cambiando su lealtad según las posibilidades de ganar de cada concursante.
Al final, nadie se le acercó y Millie se encontró aislada en medio de un amplio y vacío espacio.
Cuando Barbara intentó recabar información, se topó con un muro de fría indiferencia. El trato hostil apestaba a obra de Vivian. Evidentemente, su enfrentamiento anterior había tocado la fibra sensible y Vivian no había terminado de vengarse.
Fue en ese incómodo momento cuando Jayceon y sus hermanos se acercaron y observaron la escena. Jayceon, que nunca ocultaba sus sentimientos, se abalanzó directamente sobre Millie con un ceño fruncido.
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