Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 380
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 380:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Por muy avanzada que fuera la noche, esta ciudad nunca dormía del todo: sus luces brillaban, inquietas como sus propios pensamientos.
Por fin, el teléfono volvió a vibrar en su mano. Esta vez, el identificador de llamadas mostraba el nombre de Derek.
Millie respiró hondo para calmarse, enderezó los hombros y respondió con una calidez que esperaba que sonara natural.
—Derek —lo saludó en voz baja.
—Millie —respondió él con una pesadez que ella podía sentir incluso a través de la línea. Tras un largo momento, se limitó a respirar y, luego, con un suspiro cansado, finalmente preguntó: —¿Qué está pasando realmente entre Brandon y tú?
Millie dudó, sin saber qué decir. La voz de Derek, aguda por la ira, rompió el silencio.
—¡Sé que estás furiosa por lo de Brandon y Vivian! —prácticamente escupió el nombre de Vivian—. ¡Norma ya ha decidido que se encargará ella misma de Vivian!
La voz de una mujer mayor se escuchó cerca, firme, sin lugar a dudas la de Norma. —Millie, le dimos a ese tonto la oportunidad de arreglar las cosas por su cuenta, ¡pero está claro que es un caso perdido! ¡Yo misma hablaré con Vivian!
Millie sintió un nudo de emoción en el pecho, en parte gratitud, en parte resignación.
Pero su matrimonio con Brandon había terminado y no tenía intención de dar marcha atrás. Lo que hubiera pasado entre Brandon y Vivian ya no tenía nada que ver con ella, así que Norma no tenía por qué involucrarse. Exhaló un suspiro profundo.
—No hace falta.
—Millie…
—Brandon todavía tiene cosas que no te ha contado —comentó Millie con suavidad, en un tono mesurado—. Hay detalles que realmente no puedo compartir ahora mismo. Él te lo contará cuando esté listo.
Derek se quedó en silencio un momento, y luego volvió a hablar con voz baja y vacilante. —Millie, ¿hay algo entre vosotros dos?
Tu novela favorita continúa en ɴσνєℓα𝓼4ƒ𝒶𝓷.𝒸ø𝗺 que te atrapará
Millie levantó la vista hacia las luces dispersas de la ciudad, sopesando sus palabras. —No es nada importante, solo algo que él mismo debería explicarte.
Una vez, Brandon la había llevado al lado de la cama de Derek durante una crisis de salud; ahora, sentía que lo correcto era que Brandon se enfrentara a Derek por su cuenta.
Suspiró levemente. «Estoy un poco cansada esta noche. Creo que me voy a acostar».
Para evitar más preguntas, Millie le deseó rápidamente buenas noches y terminó la llamada.
Cuando la pantalla se apagó, respiró lenta y profundamente. Solo entonces se sintió lista para dormir, hasta que un nuevo mensaje apareció en su teléfono.
Millie desbloqueó el teléfono y encontró un vídeo de un gato haciendo una enérgica voltereta hacia atrás.
A continuación, un mensaje decía: «Mi gato sabe dar volteretas hacia atrás».
Millie soltó una suave risita. «Infantil», murmuró, dejando el teléfono en la mesita de noche y acomodándose en la cama, lista para dormir.
Mientras tanto, en la mansión Elliott, Jayceon estaba sentado en la alfombra, tentando al gato ragdoll de Myron con golosinas.
«¡Enséñanos tus acrobacias, superestrella!», insistió con entusiasmo. «Vamos, haz otra vez, ¡venga, solo una voltereta más!».
Pero el gato, nada impresionado, se estiró lánguidamente y se alejó con paso lento, saltando directamente al regazo de Myron, que lo esperaba. Los ojos de Myron se suavizaron mientras le rascaba debajo de la barbilla al gato, lo que le valió un ronroneo profundo y satisfecho.
.
.
.