Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 301
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 301:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Si todos los patrocinadores le daban la espalda, ¿podría conseguir un respiro?
No tenía que esperar a la emisión final para limpiar su nombre. Tres días. Eso era todo lo que necesitaba: solo tres días para conseguir el decreto y presentar pruebas irrefutables. Después de eso, nadie podría apartarla.
Los internautas también podrían exigir respuestas, por lo que el equipo de producción tendría que ofrecer una solución clara. Aun así, podrían responder diciendo: «Para garantizar la imparcialidad, necesitamos tiempo para investigar», y garantizar públicamente una resolución antes de la emisión en directo final, en un plazo máximo de cuatro o cinco días.
Millie se volvió hacia Charles, con un tono de voz tranquilo y apologético. «Es posible que tengas que aguantar algunas críticas por mí durante los próximos días». Habló con firme determinación. «Probablemente tendrás que dar un paso al frente y prometerles una respuesta sólida en un plazo de cuatro o cinco días, a más tardar antes de la emisión final».
Una vez expuso su razonamiento, Charles lo entendió al instante y sus ojos brillaron con repentina energía.
«¡Por supuesto, un retraso estratégico!», declaró, asintiendo con convicción. «Déjalo en mis manos. Armaré un escándalo y ganaremos tiempo. Con tu plan, los internautas y los patrocinadores deberían conformarse con un breve retraso. Si es necesario, recurriré al apellido Evans para presionarlos. Una vez que consigas el decreto, todo encajará».
La sala estalló en gestos de asentimiento.
Alexia intervino, rebosante de entusiasmo: «¡Exacto! No hay necesidad de alargar esto hasta la final, ¡solo necesitamos unos días!».
«¡Lo ha resuelto!», le susurró Seville a Sheridan al volver a entrar. «Sinceramente, su cerebro funciona muy rápido».
En ese momento, el teléfono de Charles volvió a vibrar. Miró la pantalla: era Napier quien llamaba.
Tu novela favorita continúa en ɴσνєʟα𝓼4ƒ𝒶𝓷.c🍩𝗺 para fans reales
Esta vez, Charles no se atrevió a dejar que saltara el buzón de voz.
«Vuelve ahora mismo». El tono de Napier no admitía réplica, cada palabra era seca y urgente. «¡Date prisa!».
Al parecer, los patrocinadores habían llegado a un punto muerto con Charles y habían acudido directamente a Napier en busca de respuestas.
«Entendido, abuelo. Volveré enseguida», respondió Charles, terminando la llamada y cogiendo las llaves del coche.
Miró al grupo. «Os llamaré por videollamada desde mi otro teléfono. Primero tengo que ocuparme de mi abuelo».
Todos murmuraron que lo entendían.
Sin perder un segundo, Charles salió corriendo por la puerta.
Por ahora, podía entretener a los patrocinadores, al menos hasta que Napier hubiera suavizado las cosas y se pudiera ejercer la influencia de la familia Evans.
Pero se avecinaba otra tormenta: la revisión del programa.
Ya se habían producido incidentes anteriormente: cuando la reputación de una celebridad se veía afectada, sus escenas podían ser eliminadas discretamente o, en el peor de los casos, todo el programa podía ser cancelado.
Los patrocinadores estarían sopesando todos esos riesgos en ese momento.
.
.
.