Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 284
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 284:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Incluso Adriana se olvidó de discutir con su hermano esta vez, completamente absorta en el espectáculo.
A su lado, Myron permanecía en las sombras, con los labios curvados en una sutil sonrisa cómplice.
La multitud murmuraba con asombro y, en Internet, donde momentos antes se habían desatado acaloradas discusiones, la sección de comentarios estalló en admiración.
«¡Increíble!».
«¡Es de otro mundo!».
«¡No hay palabras para expresar lo que siento!».
«Verla tocar la lira fue simplemente hipnótico».
Por un momento, todas las acaloradas discusiones se silenciaron.
Pero eso solo fue el preludio.
La noche reservaba muchas más sorpresas.
Cuando el escenario se oscureció de nuevo, la actuación de Serena alcanzó cotas aún más altas. Aparecieron panorámicas de tierras lejanas, pintando el telón de fondo con escenas de otro mundo.
Momentos icónicos de óperas clásicas parpadearon en la pantalla, cautivando a todo el público.
Entonces reapareció Serena, vestida con un vestido largo que brillaba bajo los focos.
Una máscara adornaba su rostro, lo que aumentaba la sensación de dramatismo, y llevaba un violín con porte regio.
Serena tensó el arco y el violín cobró vida, tejiendo un tapiz de sonido absolutamente fascinante.
A medida que la canción iba creciendo, la sonrisa despreocupada de Vivian se convirtió en una mueca forzada. Todos habían ensayado juntos, pero cada concursante se guardaba un as en la manga: siempre que contara con la aprobación del personal, todo valía.
Historias completas solo en ɴσνєℓα𝓼4ƒα𝓷.ç0𝓂 sin interrupciones
Con las semifinales en marcha, las alianzas se habían disuelto; ya no había equipos.
Cada uno iba por su cuenta.
Con la mandíbula apretada, Vivian echó una mirada furtiva alrededor de la mesa y luego envió un mensaje discreto a Oakley.
«¿No prometiste hablar con Napier y mantener a Charles bajo control? ¿Qué está pasando? ¿Por qué no hay ningún problema con la transmisión en vivo?».
La respuesta de Oakley no se hizo esperar.
«¿Cómo voy a saberlo? Ya le conté al abuelo que Charles estaba tonteando con Serena, y que ella estaba embarazada. Se enfadó mucho. Pero después del lío con Millie, lo intenté de nuevo, ¿y adivina qué me dijo?».
«¿Qué?».
«Se encogió de hombros. Me dijo que me centrara en la empresa y que dejara de traerle más trapos sucios de Charles. ¡Estoy harto!». Oakley caminaba inquieto, con la frustración bullendo bajo su piel.
Pensaba que todo estaba controlado: Napier siempre había estado dispuesto a ayudar, pero, de repente, actuaba como si nada importara.
.
.
.