Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 245
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 245:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Todos los detalles apuntaban a una cosa: Millie llevaba bastante tiempo sin vivir aquí. Hace un año, a menos que Millie estuviera de viaje, alojándose en Moonlit Estate o con él en sus otras casas, siempre regresaba a este lugar.
Una vez le había confesado que, tras perder a su padre, nunca se había sentido realmente en casa en ningún sitio. Los años que pasó siendo arrastrada de un lugar a otro por su madre, y luego viendo cómo esta se volvía a casar, la habían dejado más perdida que antes. Incluso después de la marcha de su padrastro, la tensión en casa nunca disminuyó.
Solía llamar a este lugar su santuario, un verdadero hogar, algo a lo que había prometido aferrarse, incluso cuando él no estaba. No importaba la hora que fuera, siempre dejaba una luz encendida para él, siempre lista para darle la bienvenida.
Cada nuevo mueble, cada pequeño detalle que había añadido, había llenado la casa de calidez y comodidad. Pero ahora, esas cosas permanecían, pero los rastros de ella habían desaparecido, dejando un frío y estéril escalofrío en las habitaciones. Las manos de Brandon se cerraron en puños temblorosos.
Un dolor silencioso se instaló en su pecho, pesado e ineludible. ¿Realmente se había ido para siempre? ¿O era esta una nueva prueba, otro giro en su patrón de irse y volver?
Brandon se sentó en el borde de la cama, con los pensamientos enredados y pesados. Ya nada tenía sentido. Cuanto más intentaba comprender, más se le escapaba todo.
Desbloqueó su teléfono y llamó a Eugene. «Averigua cuándo fue la última vez que Millie vino a Serenity Villa», dijo en voz baja. «Pregunta al personal de limpieza. Necesito saber cuánto tiempo ha pasado».
Eugene se puso manos a la obra de inmediato.
Poco después, el teléfono de Brandon vibró con un mensaje. «Sr. Watson, es un poco complicado. He pedido al personal de limpieza que hable directamente con usted». Segundos después, recibió una llamada.
Brandon respondió.
Visita ahora ɴσνєℓα𝓼4ƒα𝓷.ç0𝓂 sin interrupciones
«Hola, señor Watson», dijo la voz rápidamente, «soy el limpiador de Serenity Villa».
«¿Es usted el encargado de limpiar el lugar, verdad?», preguntó Brandon, yendo directo al grano. «Dígame, ¿cuándo se mudó exactamente mi esposa?».
El limpiador se detuvo a pensar antes de responder. «No estoy completamente seguro de la fecha exacta, pero creo que han pasado unos veinte días».
Veinte días.
Eso coincidía con la fecha en que habían ido a solicitar el divorcio.
Tras unas cuantas preguntas más, Brandon terminó la llamada.
Dejó el teléfono a su lado y se recostó lentamente en la cama, mirando fijamente al techo blanco roto y vacío.
Veinte días.
¿De verdad había pasado tanto tiempo?
En solo unos días más, les entregarían los papeles definitivos del divorcio.
Le parecía irreal. El divorcio siempre había sido algo lejano, algo que nunca se había aplicado a él y a Millie.
.
.
.