Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 156
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 156:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Cuando salió, el apartamento estaba vacío de nuevo. Eugene y el personal ya se habían marchado.
De pie solo en la sala de estar, Brandon se dio cuenta de repente de lo quieto que estaba todo. No había nadie esperando en el sofá, hojeando un libro. Ninguna voz llamándolo.
No había calidez en el silencio. El espacio parecía vacío.
Cogió su teléfono y volvió a entrar en el chat de Millie. Seguía sin haber nada.
Por un segundo, se preguntó si le pasaba algo al teléfono.
Brandon cruzó la habitación hasta la caja fuerte donde había guardado la tanzanita. Sus dedos marcaron la combinación con facilidad y sacó la gema de su interior forrado de terciopelo.
Bajo la luz ambiental, la piedra preciosa estalló en un brillo deslumbrante, proyectando una luz azul violeta sobre su palma.
Se detuvo en seco, invadido por una oleada de incertidumbre. Su mente se agitó y, con un suspiro, tomó una fotografía de la gema y abrió el chat con Millie.
«La tanzanita que te llamó la atención», escribió con cuidado, con el pulgar suspendido sobre el botón de enviar. Pero algo lo detuvo, una duda persistente en su pecho. Al final, borró todas las palabras.
El recuerdo le golpeó con dolorosa claridad: Millie había deseado esa tanzanita en particular porque, si concebía en marzo, el bebé nacería a finales de diciembre, lo que la convertiría en la piedra natal perfecta. Pero la cruda realidad se abatió sobre él como una ola fría: nunca habían concebido un hijo.
Fragmentos de aquella noche crucial inundaron su mente: su radiante sonrisa, la suavidad de sus labios contra los suyos, el pequeño lunar en su pecho, la embriagadora calidez de su piel contra la suya y el desgarrador momento en que las lágrimas de éxtasis corrían por su rostro mientras lo empujaba, susurrando que no podía continuar.
Brandon dejó a un lado el teléfono y se desplomó sobre los mullidos cojines del sofá, con la mirada fija en la blancura del techo.
Visita ahora ɴσνєʟα𝓼4ƒα𝓷.c○𝗺 para ti
¿Qué estaría pensando ella ahora? Con Internet en llamas por la controversia, ella debía de haber visto el caos. ¿Por qué no se había puesto en contacto con él?
¿Realmente se había vuelto más sabia, dominando el arte de la paciencia, y había decidido soportar los próximos seis meses con dignidad y silencio? ¿O era solo otra manifestación de su obstinado descontento?
Los ojos de Brandon volvieron a posarse en su teléfono, y su boca formó una línea rígida de frustración. El tiempo parecía disolverse a su alrededor, los minutos se mezclaban en una neblina indistinguible.
Finalmente, volvió a coger el teléfono y borró definitivamente la fotografía de la tanzanita que había tomado unos minutos antes.
Mientras tanto, al otro lado de la ciudad, en el centro médico privado, Millie había regresado al refugio de su habitación asignada. Después de soportar una noche agotadora y emocionalmente agotadora, finalmente sintió que una cierta tranquilidad se apoderaba de su espíritu cansado.
Charles se había marchado para ocuparse de asuntos corporativos urgentes, pero antes de partir le había hecho a Millie una promesa tranquilizadora. «Voy a sacar a Oakley del panorama. Como muy pronto, será eliminado en la segunda retransmisión en directo de Heavenly Melody; como muy tarde, antes de la tercera. ¡Su reinado de caos en Evans Entertainment está llegando rápidamente a su fin!».
.
.
.