Mimada por el despiadado jefe clandestino - Capítulo 649
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Capítulo 649:
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Eric estaba igual de pálido. La realidad de la total falta de sentimientos de Khloe hacia él le golpeó como un mazazo. Aferrándose a cualquier atisbo de esperanza, intentó desesperadamente defenderse. «Susanna estaba mintiendo. Yo nunca hice nada de eso».
La situación se le fue de las manos y Sheri no estaba en condiciones de ayudarlo. No le quedó más remedio que aferrarse a los débiles restos de afecto que Khloe aún pudiera sentir por él.
Los labios de Khloe se curvaron en una mueca de desprecio. —Lo niegas sin ver ninguna prueba. ¿De verdad crees que he venido sin prepararme?
Bajo la atenta mirada de todos, Khloe desmontó su teléfono. Quitó algunos pequeños accesorios que llevaba consigo y los conectó a la perfección al dispositivo. En cuestión de segundos, su teléfono se convirtió en un ordenador compacto.
Sus dedos se movían con rapidez sobre el teclado en miniatura, con una confianza inquietante. Segundos después, se encendió una pantalla de proyección que mostraba una vívida escena de Sheri y Eric conversando en un laboratorio. El audio, alto y claro, llenó la sala de reuniones.
Tal y como había afirmado Susanna, las imágenes revelaban a Eric y Sheri conspirando contra Khloe. Hablaban de difamarla delante de la familia Watson, de manipular a la familia para que se opusiera colectivamente a ella y, en última instancia, de obligarla a romper su compromiso con Henrik, todo para que Eric pudiera aprovechar su oportunidad con ella.
La familia Watson observaba en silencio, atónita, con los rostros cada vez más sombríos. La conmoción inicial pronto dio paso a la indignación.
—Eric, ¿cómo has podido rebajarte así?
—Khloe es tu futura tía, ¿y aún piensas así de ella?
—¡Lo ha admitido! ¡Solo se convirtió en el heredero de la familia Watson hace tres años porque Khloe le ayudó!
Las manos de Eric temblaban visiblemente. Su mirada hacia Khloe estaba llena de incredulidad. ¿Cómo era posible que tuviera unas imágenes tan incriminatorias? ¿Cómo había conseguido obtenerlas? ¿Podría Khloe estar ocultando alguna otra identidad secreta?
Los ojos de Sheri se posaron en Khloe, con expresión de pánico. Si Khloe tenía esas imágenes, ¿qué más tendría? ¿Qué otras pruebas podría usar Khloe en su contra? En cualquier momento, Khloe podría convertirlas en un arma, lista para atacar.
No podía permitirse ir a la cárcel. No podía dejarse caer en manos de Henrik y Khloe: no solo la destruirían, sino que la harían sufrir.
Khloe, sin embargo, no prestó atención a la confusión que se arremolinaba en las mentes de Eric y Sheri.
—Eric, te doy dos opciones. Primero, afrontar las consecuencias legales de tus actos e ir a la cárcel. Segundo, dejar que Henrik y yo nos encarguemos de esto en privado.
Eric palideció. Ninguna de las dos opciones le parecía aceptable. Lo único que había querido siempre era consolidar su posición como el heredero destacado de la familia Watson.
Al encontrarse con la mirada gélida de Khloe, Eric se dio cuenta rápidamente de que suplicarle sería inútil. Solo lo humillaría aún más. Sus ojos se posaron en Harold, y su voz temblaba de desesperación. —¡Papá, sálvame!
La expresión de Harold se ensombreció, su rostro se tensó con incredulidad. Nunca había imaginado que los acontecimientos se precipitarían de forma tan desastrosa. Sabía que si Eric caía, él también perdería toda su influencia, quedando relegado a la irrelevancia sin esperanza de recuperación.
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