Mimada por el despiadado jefe clandestino - Capítulo 631
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 631:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Cuando Henrik vio que Khloe iba a realizar personalmente la cirugía a Sloane, hizo los preparativos para el quirófano y el equipo médico.
Algunos de los médicos conocían las extraordinarias habilidades médicas de Khloe, pero la perspectiva de una segunda toracotomía en tan poco tiempo, combinada con la ya frágil salud de Sloane, les dejaba inseguros sobre el resultado.
Sin embargo, Khloe no dijo nada para disipar sus preocupaciones.
Se puso el traje de protección y entró en el quirófano.
«Administren la anestesia. Empiecen a desinfectar y limpiar», ordenó mientras se preparaba junto a la cama de Sloane. Extrajo una muestra de sangre de Sloane y recogió muestras de las lesiones cutáneas.
Cuando todo estuvo listo, Khloe cogió el bisturí con confianza e hizo una incisión decisiva en el pecho de Sloane.
Su corte rápido y preciso fue tan contundente que se sintió menos como una cirugía y más como cortar carne congelada.
El médico asistente se estremeció, inseguro al ver la ubicación de la incisión de Khloe. Estaba a punto de intervenir, pero Khloe, sin inmutarse, ya había localizado la bala alojada entre el corazón y la costilla de Sloane. La bala estaba profundamente incrustada en un punto peligroso.
«¿Cómo podemos extraer la bala de ahí?». Los médicos en el quirófano intercambiaron miradas de asombro, y sus dudas aumentaron.
La expresión de Khloe permaneció impasible mientras trabajaba, su concentración intacta.
Ni siquiera levantó la vista.
«Tráeme las pinzas», ordenó con voz fría.
El médico asistente parecía sorprendido.
Inseguro de para qué necesitaba Khloe las pinzas, vaciló un momento, su reacción fue más lenta de lo esperado.
Khloe miró al médico, su mirada era aguda y fría. «Mantén la concentración. ¿Es esto realmente algo que tengo que enseñarte?».
Enrojecido, el médico obedeció rápidamente y le entregó las pinzas.
Con una eficiencia que los dejó a todos en un silencio atónito, Khloe agarró las pinzas, las colocó con precisión sobre la bala y la extrajo sin esfuerzo. La sala se sumió en un silencio atónito. ¿Podría ser realmente tan sencillo?
Khloe desechó la bala en la bandeja estéril sin pensarlo dos veces, luego se movió para detener el sangrado, coser la herida y cerrar el pecho. Una cirugía que debería haber llevado horas se completó en solo veinte minutos. Los médicos se quedaron paralizados, todavía en estado de shock, mientras Sloane era trasladada en silla de ruedas a la unidad de cuidados intensivos para su monitorización posquirúrgica. Ansiaban acercarse a Khloe para pedirle consejo, pero la expresión severa de Henrik, que parecía alejar a cualquier intruso, los mantuvo en silencio. Intercambiaron miradas incómodas y, sin decir palabra, fingieron que no había pasado nada.
Mientras Khloe y Henrik estaban sentados fuera de la sala, Khloe, con una inquietante sensación de alerta, volvió los ojos hacia la escalera. Allí, clavados en ella, había un par de ojos oscuros y amenazantes.
Esos ojos estaban ocultos en la oscura escalera, con un aspecto excepcionalmente frío y aterrador, como víboras venenosas enroscadas en las sombras, esperando para atacar cuando Khloe no estuviera atenta.
Henrik puso su mano en su hombro para sujetarla cuando estaba a punto de levantarse. La miró y sacudió la cabeza.
Obviamente, sus agudos ojos no pasaron por alto al observador que se escondía detrás de las escaleras.
Cuando Khloe volvió a mirar en dirección a la escalera, quienquiera que estuviera detrás ya había desaparecido.
.
.
.