Mi exesposo frio quiere volver conmigo - Capítulo 985
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Capítulo 985:
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Jennie siempre seguía el ejemplo de Daxton, pero se aseguraba de dirigir sus elogios a Carrie. Esa aguda percepción era una de las cualidades que Daxton apreciaba profundamente en ella.
Mientras Carrie se dirigía hacia la mesa, el rico aroma del cerdo inundó la habitación. Jennie no había exagerado; era realmente irresistible.
Carrie extendió la mano hacia el tenedor, pero se detuvo en el aire.
El recuerdo de las náuseas de su anterior embarazo aún persistía, lo que le hacía preferir los sabores más suaves a pesar de sus ocasionales antojos de algo salado. Ahora, ante el tentador plato, su determinación flaqueó.
Al notar su vacilación, Daxton se apresuró a añadir: «Es bastante magro. Me he asegurado de quitar todo el exceso de grasa. Lo que queda está bien guisado y no es nada aceitoso».
Le puso el plato delante. Ella tomó un trocito y lo probó. El sabor se deshizo sin esfuerzo en su boca, sin dejar ningún residuo aceitoso. Se detuvo un momento y su expresión se transformó en un fruncimiento de confusión. —Tiene un sabor bastante peculiar.
—Le he añadido unas ciruelas para contrarrestar la intensidad y realzar el sabor —dijo Daxton con una sonrisa.
Una chispa de alegría apareció en los ojos de Carrie. El sabor salado estaba perfectamente equilibrado con un toque de dulzor y acidez. Tomó con entusiasmo otro bocado de cerdo, con evidente apetito por más.
Últimamente, sus comidas habían sido bastante insípidas, sin ningún sabor real. La idea de soportar esto durante meses le parecía una auténtica tortura.
Al darse cuenta de que ella volvía a mirar el cerdo, Daxton le sonrió. «No te excedas. Prueba también otros platos. Es importante que tus comidas sean equilibradas. Me aseguraré de que sean sabrosas, pero ligeras y fáciles de digerir».
La mirada de Carrie se suavizó. «Daxton, ya tienes mucho trabajo. No deberías preocuparte por estas pequeñas cosas. La cocina de Jennie me parece bien. No hace falta que te esfuerces tanto».
El tono de Daxton se volvió más firme. —¿Pequeñas cosas? Estoy trabajando para mejorar nuestro futuro. Si fuera solo yo, podría sobrevivir con comida para llevar y un piso de alquiler. Pero quiero más para nosotros.
Carrie abrió la boca para responder, pero él continuó: —¿Puedes verme simplemente como tu novio? Dejemos de lado las formalidades, la cortesía y la culpa o la vergüenza innecesarias. No hay necesidad de reprimirse conmigo.
«No es eso lo que quería decir…», comenzó Carrie, con voz insegura. Quería explicarse, pero las palabras adecuadas parecían estar fuera de su alcance. Daxton suspiró, con expresión tensa. Tras un momento de silencio, respiró hondo, se recompuso y puso un trozo de ternera en el plato de Carrie.
«Olvídalo», murmuró. «No pasa nada. Aún queda mucho tiempo. Creo que la perseverancia da sus frutos».
—Está bien —murmuró Carrie en voz baja, cogiendo la carne que Daxton había puesto en su plato y comiéndola en silencio.
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