Mi exesposo frio quiere volver conmigo - Capítulo 945
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Capítulo 945:
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«¡Lo has adivinado!». Aliza se acercó y le cogió del brazo, acariciándolo juguetonamente. «Salí y no te vi, pero me encontré con la señorita Hinks y nos quedamos charlando».
La mente de Kristopher estaba en otra parte y solo respondió con un murmullo distraído. La identidad de la conocida de Aliza le interesaba muy poco.
Mientras tanto, Alethea, que había regresado al salón del banquete, buscaba en vano a sus padres adoptivos.
Al otro lado del recinto, en un salón de lujo escondido detrás del salón del banquete, Kelsey y Jacob entraron con un hombre trajeado.
En cuanto el hombre se acomodó en su asiento, Kelsey se inclinó hacia delante con ansiedad. —Dr. Ruiz, ¿ha habido algún avance?
Kelsey era ahora la última descendiente de la otrora prominente familia Hinks. Su origen era complicado: su madre se había enamorado profundamente de un hombre de modestos recursos. Para frustrar este romance inapropiado, la familia Hinks había drogado a su madre junto con su pretendiente preferido, lo que resultó en un embarazo no deseado. Así, Kelsey había venido al mundo en circunstancias sombrías.
La familia había asumido inicialmente que su madre interrumpiría el embarazo, vigilándola de cerca. Para su sorpresa, su madre aceptó con calma su condición y expresó su intención de llevar el embarazo a término, aunque se negó rotundamente al matrimonio concertado.
Tras deliberar cuidadosamente, la familia Hinks llegó a la conclusión de que mantener a la niña podría romper efectivamente la conexión de su madre con el joven empobrecido, por lo que accedieron a sus deseos.
Su madre había sido muy meticulosa en el cuidado de Kelsey, dedicándose por completo a la educación y la crianza de su hija. Sin embargo, mantenía una distancia emocional, encarnando el papel de una madre disciplinada más que cariñosa.
Para asegurarse de que Kelsey no creciera sola, su madre incluso adoptó a un huérfano, ahora su marido, Jacob, que se convirtió en su protector más devoto.
Durante los años de primaria de Kelsey, ocurrió algo inesperado. Una noche, su madre, abandonando su habitual distanciamiento, entró en la habitación de Kelsey antes de acostarse y se tumbó a su lado en la cama.
Su madre le habló en voz baja: «Llegaste a este mundo de forma inesperada. Nunca pensé en interrumpir el embarazo porque tú no tienes la culpa. La culpa es de esos adultos excesivamente prácticos e insensibles. Me he esforzado por cumplir con mis deberes maternales y educarte adecuadamente, pero mi presencia en tu vida tiene sus límites. Aunque soy tu madre, también pertenezco a alguien como su amada.
Te he transmitido todo lo que podía. A partir de hoy, debo recuperar mi identidad y seguir con la vida que me arrebataron. Los recursos de la familia Hinks te proporcionarán todo lo que puedas desear».
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