Mi exesposo frio quiere volver conmigo - Capítulo 934
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 934:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Era una declaración calculada, pragmática pero distante. La llegada de la familia Hinks a Isonridge significaba nuevas oportunidades, unas que la familia Morrison no podía permitirse poner en peligro. En una época en la que los negocios eran tan despiadados como siempre, perder una oportunidad de oro era un error que no podían permitirse.
Jacob, que había permanecido en silencio todo este tiempo, habló de repente.
—Señorita Campbell, tiene usted una visión extraordinaria. Me recuerda a alguien que conocí hace tiempo. Pero ella ya no está aquí.
Su mirada era distante, sus ojos atravesaban a Carrie en lugar de mirarla.
La tristeza y el arrepentimiento se reflejaban en su rostro, como un hombre atormentado por viejos recuerdos.
La conocida de Jacob debía de ser alguien de su generación, posiblemente incluso mayor. Si Kelsey no hubiera estado a su lado, Carrie se habría preguntado si estaba hablando de un amor perdido.
Carrie no estaba segura, pero algo en su tono la hizo andar con cautela.
—Me halaga. —Inclinó la cabeza con delicada elegancia antes de darse la vuelta y alejarse con su familia.
Mientras se alejaban del lugar, la voz de Daxton rompió el silencio.
—¿Qué te hizo exactamente su hija?
Carrie se limitó a sonreír y negar con la cabeza.
—Nada grave. Solo las rabietas de una mujer malcriada.
Al darse cuenta de su silenciosa conversación, los demás miembros de la familia Morrison se alejaron discretamente, dejando a la joven pareja un momento de intimidad. Daxton la observó, con los ojos ardientes de un dolor silencioso. Luego, sin previo aviso, se volvió hacia ella y le tomó ambas manos entre las suyas.
—Carrie, odio verte poner esa cara de fuerte delante de mí. Me hace sentir que estoy fallando como novio. Quiero que te apoyes en mí. Quejate, llora, enfádate si lo necesitas. Lo que sea necesario. Déjame ocuparme de todo.
Las palabras de Daxton no tranquilizaron a Carrie. Al contrario, había algo en su tono, un dominio silencioso, que la inquietaba.
Una extraña e inexplicable incomodidad le recorrió la espalda, incluso mezclada con un ligero atisbo de miedo. Instintivamente, dio un paso atrás y soltó la mano de él.
—Daxton, de verdad, estoy bien —dijo con voz fría.
Daxton, al percibir el cambio en su actitud, se dio cuenta inmediatamente de que se había pasado de la raya. Una sombra de vacilación cruzó su rostro antes de recomponerse rápidamente y suavizar su expresión.
—Lo siento, Carrie. No quería presionarte. —Su voz era baja, casi suave—.
—Es solo que no quiero que sigas pasando por todo esto sola. Soy tu novio, quiero protegerte.
Su sinceridad hizo dudar a Carrie. ¿Estaba exagerando? Repitió sus palabras en su mente. Objetivamente, parecían inofensivas. No la estaba obligando a nada, ¿verdad?
Después de un momento, asintió con la cabeza.
—Lo entiendo. Pero, de verdad, no me han acosado. Si pasa algo en el futuro, te lo diré.
Daxton exhaló y asintió.
—De acuerdo. —Miró su teléfono y su expresión cambió ligeramente.
La culpa brilló en sus ojos por un instante.
—Lo siento, ha surgido algo urgente en el trabajo.
Carrie no le dejó terminar.
.
.
.