Mi exesposo frio quiere volver conmigo - Capítulo 933
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Capítulo 933:
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«Alethea se ha retrasado porque se estaba maquillando, pero debería llegar pronto. Es una chica muy dulce y educada. Quizás ustedes dos puedan hacerse buenas amigas».
Al oír esto, Jenesis dio un paso adelante con elegancia. Sonrió, pero su expresión siguió siendo fría.
—Agradecemos tu amabilidad —dijo con ligereza—.
Pero en cuanto a hacer amigas, pasamos.
Sus palabras eran tranquilas, pero su tono denotaba una firmeza silenciosa.
Kelsey frunció el ceño, confundida.
—¿Por qué? ¿Hay algún malentendido?
Carrie, sintiendo el apoyo silencioso de Jenesis, miró a Kelsey a los ojos con serenidad. Su voz era mesurada, pero firme.
—No hay ningún malentendido. Es solo que parece que a la señorita Hinks no le caigo muy bien.
Inclinó ligeramente la cabeza, con una expresión indescifrable.
—La amistad debe surgir de forma natural. Si alguien te cae mal desde el principio, no hay necesidad de forzar una relación. ¿No crees?
La sonrisa de Kelsey vaciló y se tensó ligeramente.
—Esto…
La duda brilló en sus ojos. No estaba segura de hasta qué punto eran ciertas las palabras de Carrie. Durante años, Alethea se había comportado con una elegancia discreta, siempre amable y obediente en su presencia. En el peor de los casos, la gente susurraba que era distante, un poco fría, pero nadie había hablado nunca de ella con tanto desdén.
Sin embargo, por razones que Kelsey no podía explicar, sentía una inexplicable familiaridad con Carrie, una confianza instintiva que la hacía querer creer cada palabra que decía sin cuestionarla.
Reece se adelantó con una sonrisa tranquila y dijo: «Gracias por apreciar a nuestra Carrie. Hay algunas cosas que los forasteros como nosotros no deberíamos discutir demasiado abiertamente. Pero Carrie es la joya de la familia Morrison, y hoy, tanto mi abuelo como mi padre lo han dejado claro: independientemente de los defectos de nuestra familia, si alguien se atreve a hacerle daño, no nos quedaremos de brazos cruzados. Tú tienes una hija, así que estoy seguro de que comprendes la profundidad de nuestra devoción».
Kelsey intercambió una mirada con Jacob. Las palabras de Reece no eran solo una declaración, eran una advertencia.
Ahora era evidente que el conflicto entre Alethea y Carrie no era un simple malentendido. Era mucho más profundo.
Jenesis, de pie tranquilamente junto a ellos, levantó ligeramente la barbilla y señaló hacia otra parte de la habitación. Una pequeña y educada sonrisa se dibujó en sus labios.
—Llevaremos a Carrie a ver a unos amigos —dijo con suavidad.
No habían venido allí para montar una escena ni para empezar una discusión. No era el momento ni el lugar para una confrontación abierta. Habían transmitido su mensaje alto y claro.
Kelsey instintivamente apartó a Jacob un paso hacia atrás, dejándolos pasar.
Pero justo cuando Carrie se alejaba, la voz de Kelsey se suavizó, volviéndose casi suplicante.
—Carrie, investigaré esto. Si Alethea ha hecho algo malo, te aseguro que nos encargaremos de ello. Pero si todo es un malentendido, espero que podamos dejar este asunto atrás y mantener la buena relación entre nuestras familias.
Carrie asintió con educada compostura.
—Pase lo que pase, Alethea es ella misma. No representa a la familia Hinks. Los errores de una persona no deberían eclipsar el vínculo entre dos familias.
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