Mi exesposo frio quiere volver conmigo - Capítulo 890
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Capítulo 890:
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Alethea, sin embargo, no mostró signos de irritación. Sin decir palabra, sacó una tarjeta negra de su bolso y se la lanzó a la diseñadora. «Sin contraseña. Cárgala y ya está».
Los ojos de la diseñadora se iluminaron. Cogió la tarjeta y su voz se desbordó de gratitud. «¡Gracias, señorita Hinks! ¡Gracias, gracias!». Luego se volvió para recoger el vestido, dudando. «Señorita Hinks, ¿debería envolverlo o adaptarlo a su talla…?».
Alethea apenas le dedicó una mirada. Su voz rezumaba impaciencia.
«¿Por qué querría algo que ella no usó? No lo quiero».
«Entonces… ¿deberíamos deshacernos de él?», preguntó la diseñadora con cautela.
La mirada de Alethea la recorrió, con una sonrisa burlona en los labios. —Lo pagué. ¿Por qué debería dártelo? —Sus ojos se entrecerraron ligeramente—. No estarás planeando revenderlo, ¿verdad?
La diseñadora negó rápidamente con la cabeza. —¡Por supuesto que no! Podemos exponerlo, como pieza decorativa.
Alethea se burló. Con los brazos cruzados, levantó la barbilla, con un tono tan agudo como siempre. —Corta el vestido. Aquí mismo. Si yo no lo quiero, nadie más podrá verlo.
Silencio. Luego, un asentimiento. —Sí, señorita Hinks. La transacción se procesó en unos momentos. La diseñadora cogió las tijeras.
Durante una fracción de segundo, dudó. Esta era una pieza que había elaborado con esmero, un diseño en el que había puesto todo su empeño, reducido a nada más que una muestra sin sentido de riqueza y ego. Pero el dinero hablaba más alto que los sentimientos. Respiró hondo, agarró la tela y la cortó.
El primer corte fue el más difícil. Después, fue fácil. Trabajó rápidamente, destrozando el delicado material hasta hacerlo irreconocible, con movimientos casi mecánicos.
Cuando terminó, la mirada de Alethea se dirigió a Carrie. Una sonrisa casual, casi perezosa, se dibujó en sus labios. «¿Ha caído la familia Morrison en tiempos tan difíciles?». Su tono era ligero, pero sus palabras llevaban un aguijón inconfundible. «La última vez me estafaste diez millones, ¿y ahora ni siquiera puedes permitirte un vestido?».
Carrie no tenía intención de enemistarse con Alethea, pero ¿esto? No se trataba solo de ella. Alethea había arrastrado a su familia a esto. Y eso no podía ignorarlo.
Se volvió ligeramente, con voz firme pero segura. «La familia Morrison es mi familia. Y cada centavo que tenemos lo ganamos con mucho esfuerzo. Ya sea algo que valga millones o solo un dólar, lo valoro. Así que dime, ¿por qué debería gastar el dinero que mi familia se ha ganado con tanto esfuerzo para pagar los errores de otra persona?
Siguió un silencio ensordecedor. Pero las palabras de Carrie no cayeron como ella había pretendido. Para Alethea, significaban algo completamente distinto.
Para ella, era un golpe al hecho de que no era un miembro biológico de la familia Hinks, lo que implicaba que no le importaba malgastar su riqueza porque no era realmente suya.
La expresión de Alethea se ensombreció. Dio un paso adelante, acortando la distancia entre ellas, y su voz bajó a un tono bajo y peligroso. «¿Estás diciendo que en realidad no soy parte de la familia Hinks?».
Los labios de Carrie se abrieron, pero antes de que pudiera decir una palabra, Aliza intervino. Su sincronización fue deliberada. «Carrie, ¿por qué siempre vas directa a la debilidad de alguien?». Su voz era suave, casi decepcionada. «¿Acaso tú eres tan perfecta?».
Carrie ignoró a Alethea y se volvió hacia Aliza con una expresión indescifrable. Entonces, con voz tranquila pero aguda, habló. «Si juegas con fuego, te quemarás. Ya deberías haber aprendido esa lección».
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Nota de Tac-K: Lindo día viernes queridas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (=◡=) /
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