Mi exesposo frio quiere volver conmigo - Capítulo 1070
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1070:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Como si Kristopher no fuera más que un elemento del decorado, Daxton le pasó el brazo por los hombros y la guió suavemente hacia la acera.
El coche llegó justo a tiempo. Abrió la puerta y se hizo a un lado para que ella pudiera entrar primero.
Una vez que ella se acomodó, él la siguió al asiento trasero y cerró la puerta detrás de ellos. Bajó la ventanilla hasta un tercio mientras Daxton miraba hacia atrás.
Kristopher permanecía debajo del árbol, inmóvil, mirándolos alejarse. Por un segundo, sus miradas se cruzaron, sin palabras, sin gestos. Y luego el coche se incorporó al tráfico, rompiendo esa línea de visión.
Cuando Daxton volvió a mirar, vio a Carrie con los ojos cerrados y la cabeza ligeramente inclinada hacia la ventana.
Sabía que no se había quedado dormida. Pero ninguno de los dos dijo una palabra sobre lo que acababa de pasar. Era como si Kristopher nunca hubiera estado allí.
Kristopher se quedó quieto, con la mirada fija en el coche de Daxton y Carrie hasta que se perdió en el caos del tráfico urbano.
Solo cuando el vehículo desapareció, desvió la mirada hacia un extranjero bien vestido que se encontraba a poca distancia.
No se trataba de un transeúnte cualquiera. El hombre pertenecía a un círculo selecto de agentes de confianza que Kristopher había creado en secreto a través de las fronteras. Debido a su amnesia, que le hacía desconfiar de quienes le rodeaban, actualmente dependía de fuerzas externas.
Acortando la distancia entre ellos, el hombre se dirigió a él en un tono bajo y profesional. —Señor Norris, el médico ha llegado. Acaba de terminar una reunión y le espera en la consulta.
Para evitar llamar la atención, Kristopher había concertado la consulta en un hospital normal con el pretexto de un proyecto médico conjunto, alejándose por completo de sus propias instalaciones. En lugar de llamar al médico, optó por la discreción. El experto había sido cuidadosamente seleccionado por su habilidad y neutralidad.
Kristopher echó un último vistazo al camino que había tomado Carrie, luego se dio la vuelta y siguió en silencio a su contacto por la calle.
Horas más tarde, Kristopher regresó a la villa con una extraña sensación de pesadez en el pecho.
¿Ya leíste esto? Solo en ɴσνєʟα𝓼4ƒ𝒶𝓷.ç𝓸m con contenido nuevo
El olor estéril del hospital aún lo envolvía, pero el impacto emocional era aún mayor: una extraña mezcla de vacío, doloroso remordimiento y algo parecido a la esperanza. Carrie flotaba en sus pensamientos, provocándole una inquietud silenciosa que no podía sacarse de la cabeza. Murmuró para sí mismo: «¿Queda alguna posibilidad para nosotros?». El accidente no le había robado los recuerdos para siempre.
Su estado era tratable, incluso temporal, si Aliza no hubiera seguido dándole medicamentos que ralentizaban su recuperación.
En lugar de curarlo, los fármacos habían ido deteriorando su mente, y las pruebas de hoy lo confirmaban. Los resultados, sutiles pero significativos, apuntaban a signos tempranos de envejecimiento cerebral: grado 1 de Fazekas.
En términos sencillos, significaba que su cerebro estaba envejeciendo de una forma que normalmente no se manifestaba hasta décadas más tarde. Ningún medicamento de última generación podía revertir ese tipo de deterioro vascular. Y si empeoraba, podría sufrir un derrame cerebral o afecciones más graves.
La mayoría de los hombres experimentaban este tipo de deterioro entre los cincuenta y los sesenta años. Kristopher era demasiado joven. Pero la causa no era el tiempo, sino algo deliberado.
Como hijo de Billie, no podía entender cómo su madre se había puesto del lado de la familia Herrera, permitiéndoles hacerle tanto daño.
.
.
.