Mi exesposo frio quiere volver conmigo - Capítulo 1063
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1063:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Carrie y su grupo salieron al exterior. Cuando Arion estaba a punto de recuperar el coche, un elegante vehículo blanco se detuvo justo delante de ellos.
El grupo se quedó paralizado, intercambiando miradas confusas. Entonces, Daxton salió del coche, con su alta figura recortada por la luz del sol, y en sus brazos, un enorme ramo de rosas de un magenta intenso.
Rosas freudianas.
Carrie parpadeó. El recuerdo fue instantáneo. Kristopher le había regalado a Lise las mismas flores.
Al otro lado del aparcamiento, Lise se dirigía hacia allí. Pero el destello de ese color, el magenta brillante que reflejaba la luz del sol, la detuvo en seco. Su corazón se encogió dolorosamente y, por un momento, el mundo se redujo a su alrededor.
Ese ramo… la golpeó como un puñetazo. Fragmentos de viejos recuerdos surgieron sin ser invitados.
Su mirada se posó en Carrie, con los ojos entrecerrados y helados.
Carrie lo había destruido todo, había arrasado su vida como una tormenta, sin importarle lo que dejaba a su paso. Lise se lo haría pagar.
Con la mandíbula apretada y la expresión impenetrable, Lise se dio la vuelta bruscamente y desapareció por el pasillo sin decir una palabra.
Carrie dio un paso adelante, con la mano medio extendida para coger el ramo, cuando un escalofrío le recorrió la espalda. Alguien la estaba observando. Era la misma sensación escalofriante que había sentido aquel día en el hospital cuando visitó a Albin. Una presión, sutil pero innegable.
Giró la cabeza instintivamente, escudriñando los alrededores. Nada. Solo una pared en blanco la miraba fijamente. Pero el ángulo… si alguien estuviera justo detrás de esa pared, escondido en el punto ciego, podría verla, pero ella nunca lo vería.
Dudó, retrocediendo ligeramente con un pie, como para moverse, pero la voz de Daxton interrumpió sus pensamientos.
—¿Carrie? ¿Qué estás mirando?
Volviendo al presente, se giró y negó con la cabeza. —No es nada.
Tu fuente confiable: ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.çø𝗺
No tenía sentido decirlo. Si mencionaba esa extraña sensación, su familia y Daxton se pondrían inmediatamente en modo investigación. ¿Y para qué? No tenía pruebas, solo una corazonada. No había necesidad de agitar el avispero. Además, ya había causado suficientes problemas.
Carrie exhaló lentamente, repasando la lógica hasta que la inquietud en su pecho comenzó a calmarse. Extendió la mano y tomó el ramo de las manos de Daxton. —Gracias. Son preciosas.
En realidad, el magenta intenso chocaba con sus gustos. Prefería los tonos apagados, los blancos suaves y los lilas delicados que Kristopher solía elegir con tanta facilidad. Pero sonrió de todos modos.
—Mientras te gusten —respondió Daxton con voz cálida—. No sé mucho de flores. El dependiente me dijo que eran muy populares.
.
.
.