Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 995
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 995:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
¡Pero él realmente no quería que Joanne acabara aquí con él!
—No quería que esto pasara —dijo Dustin rápidamente, balbuceando—. Joanne quería tomar el aire y Dolores y yo ya habíamos salido a buscaros, así que se vino con nosotros.
Dustin soltó una risita y miró a Linsey antes de dedicarle a Dolores una sonrisa aduladora. —Si somos más, siempre es más fácil. Al fin y al cabo, todos somos amigos.
Pero Linsey no se inmutó. Había visto lo destrozada que estaba Dolores por Dustin y no estaba dispuesta a mostrarse amable.
Dolores, aún dolida, se dio la vuelta y no dijo ni una palabra en respuesta.
Fuera del grupo, solo Joanne habló en defensa de Dustin. Su voz era suave, su tono dulce. «Dustin está diciendo la verdad. Me enteré de que la Sra. Brooks y el Sr. Riley habían desaparecido y solo quería ayudar».
Con una sonrisa inocente, se volvió hacia Linsey y añadió: «Me alegro mucho de que estés bien».
Con expresión neutra, Linsey mantuvo la mirada fija en Joanne, aunque una sensación de inquietud se había apoderado silenciosamente de ella.
Había algo en la forma en que Joanne la miraba, su mirada se detenía cerca de Dustin, pero siempre volvía a ella.
Por más que lo mirara, había algo en la atención de Joanne que le parecía fuera de lugar.
Linsey no recordaba haberla visto antes. No había motivo para que hubiera animadversión entre ellas. De repente, se le ocurrió una idea: ¿tenía que ver con Haven?
Quizás Joanne estaba al acecho, jugando a largo plazo y esperando el momento oportuno para vengar a su amiga.
Fuera cual fuera el motivo, la energía en la habitación del hospital se había vuelto extraña.
Unos instantes después, Collin aclaró los restos de champú del pelo de Gorman y asintió con la cabeza.
Lo nuevo está en ɴσνє𝓁α𝓼𝟜ƒα𝓷.ç0𝓂
—Gracias —dijo Gorman, quitándole la toalla de la mano con expresión impasible.
Sin decir una palabra, Collin cogió la palangana y desapareció en el cuarto de baño.
Dolores, por su parte, parecía haber visto un fantasma. Su mirada atónita no estaba dirigida a Joanne ni siquiera a Dustin, sino a Collin y Gorman.
—Linsey, ¿qué le has dicho a Collin para que ayudara a Gorman a lavarse el pelo? —Dolores se inclinó hacia ella, incapaz de resistirse a susurrarle la pregunta al oído.
Con un leve suspiro, Linsey respondió con delicadeza: —Estás sacando conclusiones precipitadas. Tienen casi la misma edad y se conocen desde siempre. Las cosas entre ellos no son tan hostiles como crees.
Dolores parpadeó dos veces, claramente poco convencida. Mantuvo la mirada fija en Linsey un momento más y luego exhaló como alguien que ha visto demasiado. —Eres demasiado optimista.
Desde su posición privilegiada, Dolores veía cosas que Linsey prefería ignorar. Una y otra vez, Collin y Gorman habían chocado, siempre en torno al mismo campo de batalla: Linsey.
.
.
.