Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 965
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Capítulo 965:
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A su lado, Collin se quedó en silencio, con el rostro ensombrecido por la confesión de Linsey. Durante los últimos días, Linsey no había mostrado ningún signo externo de culpa por la muerte de Gorman. Se había mantenido concentrada, visitando a Kylee en la cárcel para recabar información. Tras reunir pruebas sólidas, había ido con él a enfrentarse a Haven en la residencia de la familia Walton y había visto cómo la policía se la llevaba esposada.
Linsey había sido implacable en su búsqueda, encontrando su propia manera de vengar la muerte de Gorman. Pero ahora Collin comprendía que, bajo su apariencia serena, la culpa la había estado carcomiendo en silencio todo este tiempo.
Ver cara a cara a los afligidos padres de Gorman había acabado por romper su coraza.
Alissa tomó las manos de Linsey entre las suyas y esbozó una sonrisa dolorida. —Linsey, esta tragedia no es culpa tuya. La culpa es toda del asesino.
Su amabilidad solo aumentó el sufrimiento de Linsey. Casi había esperado que los padres de Gorman la culparan, le gritaran, cualquier cosa que reflejara la furia que ella sentía hacia sí misma.
Pero esas dos almas destrozadas no sentían ningún rencor hacia ella. Su perdón le dolía más que cualquier acusación.
Inclinando la cabeza con culpa, Linsey se rindió a su dolor, y las lágrimas cayeron sin cesar sobre su blusa, oscureciendo la tela.
Collin inmediatamente metió la mano en la chaqueta y sacó el pañuelo impoluto que siempre llevaba consigo. Comenzó a secarle las mejillas sin decir palabra.
El tierno gesto llamó la atención de Alissa. A mitad del movimiento, la mano de Collin se detuvo al cruzar la mirada con la de Bart, que la observaba fijamente desde el otro lado de la habitación.
Algo afilado brilló en los ojos de la pareja de ancianos, algo que hizo que los instintos de Collin se pusieran en alerta. Aun así, Collin mantuvo la compostura y siguió secando el rostro de Linsey con cuidados y suaves toques hasta que desapareció la última lágrima.
Collin no sintió irritación alguna por las lágrimas de Linsey, ya que reconocía el profundo peso de su dolor. Conocía demasiado bien su corazón. Incluso si un desconocido hubiera perecido protegiéndola, ella habría luchado por soportar el peso de su sacrificio.
Aunque Gorman les había herido profundamente, incluso atacando a sus hijos, también había ayudado a Linsey cuando más lo necesitaba. Sin embargo, sus métodos habían sido a veces extremos.
Por eso Collin creía que, aunque la muerte de Gorman fuera inevitable, nunca debería haber costado la seguridad de Linsey. Ahora, todos los recuerdos de Gorman estarían para siempre ensombrecidos por la imagen de él desplomándose para protegerla del peligro. Incluso sus crueldades pasadas se desvanecerían poco a poco, dejando solo el martirio de su último acto.
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Una sospecha más oscura se coló en los pensamientos de Collin. No podía quitarse de la cabeza la sensación de que Gorman había anticipado de alguna manera la intención asesina de Kylee y se había colocado deliberadamente como escudo humano de Linsey.
Collin secó con ternura las lágrimas de Linsey, y su consuelo sin palabras fue más elocuente que cualquier discurso. Su delicado cuidado llamó la atención de Alissa, que centró su atención en él.
—¿Usted debe de ser el Sr. Collin Riley, el distinguido fundador de CR Corporation?
Collin se detuvo y se volvió hacia ella con cortés cortesía. —Sí, señora Green.
Su mirada se mantuvo fija en Alissa, aunque sus siguientes palabras tuvieron un peso deliberado. —Soy el prometido de Linsey. Por favor, llámeme Collin.
Linsey contuvo el aliento y sus ojos enrojecidos por las lágrimas se posaron en Collin con repentina confusión. Algo en su tono sugería que aquellas palabras tenían más significado que una simple presentación. Ella comprendía el carácter posesivo de Collin, pero él no era de los que perdían la compostura en situaciones delicadas.
Gorman yacía muerto, y ante ellos se sentaban unos padres afligidos que acababan de perder a su hijo.
Linsey no entendía por qué Collin había elegido ese momento para afirmar su vínculo de forma tan rotunda delante de los Green. La idea se le pasó por la cabeza, pero rápidamente la descartó. Al fin y al cabo, ella había sido quien había llevado a Collin a conocer a los Green. Seguramente ya sabían de su relación. Probablemente, su declaración no era más que una formalidad.
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