Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 879
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Capítulo 879:
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Tras una pausa, Collin se arrodilló y limpió suavemente las mejillas del chico.
«Oye, está bien. Tal vez sólo están atrapados en algo. No significa que no les importe».
Con calidez en su voz, añadió: «¿Por qué no vienes a casa conmigo por ahora? Encontraremos juntos a mamá y a tu hermana».
Con los ojos muy abiertos y llenos de angustia, Zander le miró.
«¿De verdad crees que puedes encontrarlos, hombre malo?», preguntó entre fuertes sollozos.
Collin contuvo el impulso de corregirle. No era el momento de títulos ni de orgullo. En lugar de eso, suavizó el tono y le ofreció lo único que podía hacer en aquel momento: una sonrisa tranquila y firme.
«Así es», dijo Collin con una pequeña inclinación de cabeza. «Los has visto esta mañana, ¿verdad? Mi equipo es bueno, muy bueno. Si alguien puede encontrar a tu madre y a tu hermana, son ellos».
Las imágenes del competente personal de Collin pasaron por la mente de Zander. Su silenciosa eficacia y sus elegantes uniformes le habían impresionado.
Por primera vez, algo cambió en su expresión. «De acuerdo… Te creeré esta vez».
«¿Eso significa que estás listo para venir a casa conmigo?» preguntó Collin, asegurándose de mantener su tono lo más suave posible para no asustar a Zander.
En lugar de responder de inmediato, Zander bajó la mirada hacia sus zapatos, con los labios fruncidos por la reflexión. Pasaron unos instantes antes de que asintiera lenta y pensativamente.
Aquel gesto bastó para aliviar la tensión en el pecho de Collin. Exhaló y abrió los brazos con una pequeña sonrisa. «Ven aquí. Yo te llevaré».
La oferta le trajo un recuerdo a Zander: los brazos de Collin le habían parecido extrañamente seguros la última vez. Dudó un segundo antes de dar un paso adelante. Sin decir palabra, se metió en los brazos del hombre, dejándose levantar una vez más.
«Sabes… Todavía no sé tu nombre», murmuró Zander.
Collin miró la cara sonrojada del niño. Recordó que la niña se llamaba Zenia.
Zander se presentó a Collin, diciéndole su nombre.
Una ceja se arqueó ligeramente cuando Collin habló. «¿Puedo llamarte Zander?»
«Claro…» murmuró Zander.
Dustin apareció justo cuando Collin salía de la habitación del hotel con Zander en brazos.
«¿Qué ha pasado aquí?», preguntó, echando un vistazo a la suite vacía, con la confusión escrita en el rostro. «¿Pero dónde está la madre del niño?».
Collin no respondió de inmediato. No quería decir nada delante de Zander. «Te informaré más tarde. Primero, averigua si Linsey reservó esta suite. Además, echa mano de las grabaciones de seguridad para ver exactamente cuándo se fue».
«Entendido.»
Collin llevó a Zander a su apartamento cerca de la empresa. Desde la marcha de Linsey, no había visitado mucho Vista Villa. Este lugar era modesto, nada que ver con la villa en la que solía vivir.
Cuando llegaron, Zander se había quedado dormido en brazos de Collin, agotado de tanto llorar. Collin le quitó suavemente el abrigo y los zapatos, lo colocó en la cama de la habitación principal y lo cubrió con las mantas.
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