Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 864
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 864:
🍙🍙🍙🍙 🍙
«¡Collin! Mira lo que he encontrado!» gritó, su voz resonando en las paredes.
Collin se estremeció ante la repentina interrupción. Su expresión se ensombreció de fastidio. Abrió la boca para regañar a Dustin, pero se detuvo en seco al oír el grito de enfado del chico.
«¡Mala persona! ¡Tú también eres malo! ¡Bájame!»
Collin levantó la vista, sobresaltado.
Un niño pequeño -cuatro o cinco años a lo sumo- estaba colgado del hombro de Dustin, retorciéndose furiosamente. Dustin frunció el ceño. «Dustin, ¿estás loco?»
«Mira», dijo Dustin, girando al chico para que Collin pudiera verle la cara.
Por un momento, el tiempo pareció congelarse. Dos rostros flotaban en el aire: uno más viejo y afilado, el otro más joven y suave. Sin embargo, el parecido era innegable.
Collin se quedó sin aliento. Sus ojos se clavaron en el rostro del chico. Una extraña opresión le oprimió el pecho.
No pudo decir ni una palabra.
Zander los miró a ambos con los puños cerrados. «¡Gente mala! ¡Los dos sois malos! Habéis planeado esto juntos».
Empezó a agitarse de nuevo, con la cara roja y nerviosa. «¡Déjame bajar ahora mismo!»
Al ver la angustia del chico, Collin se puso en pie. Su mirada conflictiva se detuvo en él. «Dustin, bájalo».
«No voy a dejar que se escape otra vez. Ya se me ha escapado dos veces», dijo Dustin con firmeza.
Luego se inclinó ligeramente, su voz baja por la victoria. «Ahora, ¿me crees, Collin? Míralo. ¡Es la viva imagen de ti!»
Zander arrugó la cara, disgustado. «¡No me parezco a ese hombre malo! ¡Sois todos unos matones! Voy a llamar a la policía!»
Dustin mantuvo la calma, manejando el momento con soltura. «Chico, ¿sabes siquiera con quién estás hablando? Este hombre es el fundador de CR Corporation, el hombre más rico de todo el país. Si la policía le pusiera la mano encima, la mitad de la economía de Grester se vendría abajo de la noche a la mañana».
Suspiró, murmurando en voz baja: «¿Por qué le explico esto a un niño pequeño?».
Las mejillas de Zander se inflaron de rabia. «¡No soy un niño pequeño! Deja de hablarme como si fuera un bebé».
Los ojos de Collin se entrecerraron. Algo ilegible parpadeó tras ellos. Caminó hacia el chico. Su mirada era aguda, concentrada. «Entonces dime, ¿cuántos años tienes?». Su voz era tranquila pero firme.
Dustin se levantó, curioso. Se inclinó un poco, esperando la respuesta de Zander.
Juzgar la edad del chico sólo por su aspecto no era tarea fácil.
Zander no se movió. Su mente estaba llena de recuerdos -dolorosos- de cómo aquel «hombre malo» había tratado a su madre.
No tenía intención de seguirle el juego.
En lugar de eso, se cruzó de brazos y giró bruscamente la cabeza hacia un lado, dejando escapar una fría mueca de desafío.
.
.
.