Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 766
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Capítulo 766:
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«Sra. Bright.»
La voz baja cogió desprevenida a Linsey, haciendo que el corazón le diera un vuelco. Se volvió con calma hacia Collin y lo miró sin inmutarse.
«¿Qué pasa?»
Esta vez, no se molestó en disimular su voz. Era inconfundiblemente Linsey la que hablaba.
Los ojos de Collin parpadearon. Su mirada se clavó en la de ella; no estaba dispuesto a apartar la vista.
Ella había cambiado en los últimos cuatro años, él podía sentirlo.
Su maquillaje era ligeramente diferente, tal vez su comportamiento también.
Pero la verdadera diferencia era más difícil de definir.
Tal vez fuera el tiempo que perdieron -los años que deberían haber pasado juntos- lo que la hacía sentirse tan desconocida ahora.
Un tranquilo rastro de tristeza cruzó su rostro.
Después de un momento, dijo con serenidad: «La subasta de esta noche tiene bastantes piezas valiosas. Si algo le llama la atención, haré que se lo envíen».
Gorman, sentado al lado de Linsey, frunció ligeramente el ceño ante el atrevimiento inusitado de Collin.
Linsey también se sintió desconcertada.
Justo cuando iba a responder, vio por el rabillo del ojo una figura familiar.
«Collin, ¿te importa si me siento a tu lado? No conozco a mucha gente aquí, e Ivy me sugirió que me quedara cerca de ti», dijo Haven con dulzura.
La expresión de Linsey se enfrió al instante. Volvió la mirada hacia delante, ignorando la escena que se desarrollaba a su lado.
Collin dudó -había tenido la intención de declinar-, pero pensando en Ivy y en el hecho de que se trataba sólo de un asiento, asintió cortésmente.
«Claro».
Haven se iluminó al oír su respuesta.
Aunque antes había sido tan brusco con ella, sintió que aún le importaba de algún modo.
Una vez sentada, se dio cuenta de que Collin miraba hacia un lado.
Curiosa, siguió su mirada, y se quedó atónita al verla fija en la mujer enmascarada que estaba a su lado.
La grácil presencia de Linsey y su distintiva aura hicieron que los ojos de Haven se abrieran de par en par. No se lo pensó demasiado. Con una suave sonrisa, se inclinó hacia Collin y le preguntó: «¿Está bien llevar una máscara al evento de esta noche? No he visto a nadie más hacerlo, sólo a esta señora».
No se molestó en bajar la voz, por lo que Linsey la oyó claramente. Apretó los labios mientras escuchaba su conversación en silencio, intentando no reaccionar.
Al mismo tiempo, recordó la conversación que había escuchado antes en el patio: las voces y las palabras aún estaban frescas en su mente.
Collin apartó la mirada de Linsey y contestó con ecuanimidad: «Es su elección».
Haven, que seguía observando atentamente a Collin, percibió el cambio en su comportamiento. No era el Collin frío y distante de siempre. Parecía en conflicto, como si estuviera conteniendo algo, emociones que no quería mostrar.
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