Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 763
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Capítulo 763:
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Les resultaba difícil volver a ser como antes.
Sus pensamientos vagaron durante un rato antes de volver a la realidad con una sonrisa amarga.
Como Gorman había dicho, ella realmente no podía olvidar a Collin.
En ese momento, sonó una voz femenina.
«¿Cómo has estado, Collin?»
A Linsey le dio un vuelco el corazón al oírlo.
Apresuradamente, se escondió en un rincón y se volvió en dirección a la voz. Eran Collin y una mujer.
Linsey se tapó inmediatamente la boca con la mano, intentando no emitir el más mínimo sonido.
Desde su escondite, pudo oír a Collin decir: «He estado bien».
Aunque su tono no era especialmente amistoso, tampoco era frío. Linsey sintió que había un significado más profundo detrás de sus palabras. Sin embargo, no estaba segura de si era el…
caso o si era sólo su imaginación. Sin embargo, lo que más la confundía era por qué se escondía y los espiaba.
Molesta consigo misma, quiso marcharse, pero sus piernas se negaban a moverse.
Collin y Haven, sin embargo, aún no se habían fijado en Linsey.
Haven sonrió a Collin y le dijo: «Qué bien. Mientras estaba en el extranjero, me preocupaba que no fueras feliz. Me alivia ver que no es así».
Aunque el rostro de Collin era una máscara de educada cortesía, la irritación había empezado a crecer en su interior.
Sin embargo, mantuvo el gesto cortés debido a la llamada que había recibido de su abuela unos minutos antes.
Cinco años atrás, había aceptado casarse con Haven, la hija de la familia Walton, debido a los estrechos lazos que su abuela mantenía con ellos.
Sin embargo, Haven se había marchado repentinamente el día de la boda.
Su abuela se había enfadado muchísimo al enterarse de la noticia. Más tarde, se calmó al saber que Haven había tenido que marcharse porque su madre había enfermado repentinamente.
Esta explicación, unida a la cercanía de ambas familias, hizo que Ivy no insistiera más en el asunto.
Habían pasado los años, e Ivy hacía tiempo que había dejado atrás su ira.
Hacía unos momentos, incluso había llamado ella misma a Collin, pidiéndole que vigilara a Haven. Haven acababa de regresar y ya no estaba acostumbrada a Grester.
Por eso Collin permanecía ahora pacientemente de pie frente a Haven, escuchando en silencio mientras ella charlaba de cosas sin importancia.
Pero en realidad, desde que había vuelto a encontrarse con Linsey, su mente estaba llena de ella. No tenía interés en nadie más.
Haven notó su prolongado silencio y se sintió molesta. Aun así, cuando recordó cómo le había dejado el día de su boda, no se atrevió a culparle.
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