Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 721
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Capítulo 721:
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Con una leve caída de su mirada, Collin se quedó pensativo antes de preguntar fríamente: «¿Has vuelto a hablar con Dolores?».
Con el tiempo, Collin se había dado cuenta de la extraña preocupación de Dustin por Dolores, demasiado frecuente para ser casual.
No le cabía duda de que Dolores, al ser la amiga más íntima de Linsey, probablemente lo sabía todo sobre el paradero de ésta desde el divorcio.
Pero en ese momento, Collin había perdido todo derecho a acercarse a Dolores y preguntarle dónde podría estar Linsey.
En cambio, puso sus esperanzas en Dustin. Tal vez algún día volvería con noticias sobre Linsey. Tal vez diría las palabras que Collin ya no podía pedir por sí mismo.
Por eso siempre había permitido, incluso alentado en silencio, la conexión de Dustin con Dolores.
Hace un momento, cuando Dustin le lanzó la pregunta de repente, Collin sospechó al instante que Dolores podría estar utilizando a Dustin para hablar en su nombre.
Para él, eso sugería que la pregunta planteada por Dolores podía muy bien reflejar las verdaderas intenciones de Linsey.
Sólo ese pensamiento encendió una chispa detrás de los ojos de Collin.
«No es nada serio, Collin. Me lo estaba preguntando, eso es todo. No hace falta que me expliques si prefieres no hacerlo».
Dustin no dejaba de pensar en Zander, cuyo parecido con Collin era imposible de ignorar. Pero ahora estaba empezando a creer que podría no haber sido más que casualidad, convenciéndose de que Zander probablemente no tenía ninguna conexión con Collin en absoluto, y la idea sólo había sido algo que imaginó.
Collin miró fijamente a Dustin, y el silencio se hizo denso entre ellos durante un momento. Luego, con deliberada calma, respondió: «No. No he estado con nadie más que con Linsey. Y nunca lo haré».
Collin habló con voz tranquila y firme. No mostraba ni rastro de emoción.
Dustin le miró, percibiendo la sinceridad en sus ojos.
No lo dudaba, ni un ápice. Durante los últimos cuatro años, Collin se había enterrado en el trabajo. Día tras día, no tenía tiempo para nada más, y mucho menos para otra mujer.
Además, Dustin conocía bien a Collin. Si de verdad había superado lo de Linsey, no habría motivo para que llevara ese anillo de boda -el que había diseñado especialmente para ella- todos los días.
Collin no era de los que montan un espectáculo. Y con su estatus ahora, fingir sentimientos por Linsey no serviría de nada. Sería una pérdida de tiempo.
Después de pensar un momento, Dustin dijo: «Collin, sólo una pregunta más. Cuando tú y Linsey se divorciaron… ¿Hubo alguna posibilidad de que estuviera embarazada?»
La expresión de Collin se ensombreció. Su respuesta fue firme. «No. Eso es imposible».
Dustin parpadeó, sorprendido por la certeza. «¿Cómo puedes estar tan seguro? Quiero decir… el embarazo no siempre es obvio, ¿verdad?».
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