Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 692
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 692:
🍙🍙🍙🍙 🍙
Gorman sugirió: «¿Qué tal si lo comprobamos nosotros mismos? Puede que reconozcas a Alexa mejor que yo. Podríamos llevar a algunas personas con nosotros, y si es ella, podríamos detenerla hasta que llegue la policía».
Levantando una ceja, Linsey bromeó: «¿Cuándo te involucraste tanto? ¿Estás pensando en hacerte detective?».
«Por supuesto que no», respondió Gorman sin perder el ritmo. «Me importa porque te involucra. Si no fuera así, no le habría dado importancia».
Dudó y luego añadió: «Si estás cansado, no tenemos que irnos».
Ignorando la vaga declaración de preocupación de Gorman, Linsey reflexionó un momento antes de decir: «Vamos a echar un vistazo. Trae a algunos de tus hombres. Y ten cuidado: te acaban de vendar y no podemos permitirnos más lesiones».
«De acuerdo, tú decides», respondió Gorman, con los ojos brillantes de resolución.
Poco después, Linsey y Gorman avanzaron por el pasillo del hospital. Les acompañaban varios guardaespaldas altos, cuya presencia atraía las miradas curiosas de los transeúntes.
Linsey exhaló profundamente y dijo: «Quizá no haya sido tan buena idea. Me parece excesivo deambular por un hospital con un séquito».
Gorman soltó una ligera risita antes de que su tono se tornara más serio. «No pasa nada. Cuando Carol apareció de la nada e intentó hacerte daño, me acuchillaron en la espalda. El hospital ha estado muy nervioso desde entonces e incluso ha mencionado reforzar la seguridad. Así que tener…»
¿Ahora nos rodean unos cuantos guardaespaldas? Eso no es nada fuera de lo normal».
Mientras conversaban, se acercaron a la habitación de Jeffery en el hospital.
Un ruido repentino procedente del interior de la habitación sobresaltó a Linsey.
Gorman se puso inmediatamente delante de ella, con una expresión protectora en el rostro.
Recuperando el aliento, Linsey dijo: «Está bien, sólo ten cuidado».
Sus ojos se desviaron hacia la habitación de Jeffery, donde la puerta estaba ligeramente abierta, dejando que todos los sonidos del interior se propagaran claramente por el pasillo.
Linsey no pudo evitar preguntarse por la causa del ruido. Cada vez sospechaba más que la noticia del suicidio de Carol podría haber llegado ya a oídos de la familia Lawson.
Un segundo después, el grito angustiado de Myla resonó en la habitación. «¡Fuiste tú! ¡Fuiste tú quien intercambió a mi verdadera hija hace tantos años! Dime, ¿dónde está ahora?».
Linsey se encontró desprevenida, aturdida por las palabras que acababan de llegar a sus oídos.
Un destello de curiosidad se agitó en su interior: se preguntaba dónde había ido a parar la verdadera hija de la familia Lawson y a quién se enfrentaba exactamente Myla tras aquella puerta.
Sin embargo, Linsey decidió no pensar en ello.
Los asuntos de la familia Lawson no eran de su incumbencia; su atención se centraba en localizar a Alexa con Gorman.
Justo cuando se daba la vuelta para marcharse, una voz ronca procedente de la habitación le preguntó: «Señora Lawson, ¿de verdad desconoce el paradero de su hija biológica?».
.
.
.