Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 590
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Capítulo 590:
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Linsey miró a Collin, notando rápidamente su tono celoso. «Oh, por favor, es sólo curiosidad».
Collin resopló, alargando las palabras. «Acabas de deshacerte en elogios hacia el fundador. Esos cumplidos fueron más generosos que los que me has hecho a mí, y soy tu marido».
Linsey soltó un suspiro juguetón y miró burlonamente a Collin. «Estás siendo un poco dramática, ¿no?»
Collin se dio cuenta de que estaba bromeando, no quejándose. Su mirada se ensombreció cuando se inclinó hacia él y su aliento susurró sobre la piel de Linsey, haciéndola estremecerse.
«¡Eso hace cosquillas!» Linsey soltó una risita, apartándose ligeramente. «Creo que es hora de cenar. ¿Vamos?»
Cuando intentó levantarse, sintió la suave resistencia de Collin, que tiraba de ella hacia abajo.
«Hay algo importante que necesito compartir», dijo Collin, con tono serio.
Los ojos de Linsey se abrieron de par en par con curiosidad. «¿Oh? ¿Qué tienes en mente?» En la profundidad de su mirada, Collin vio la ternura reflejada en él, ablandando su determinación.
Sus días habían estado repletos de negociaciones con el Grupo Burke y otras empresas, y su vigilancia contra los planes del Grupo Lawson había consumido todos sus momentos libres. Atrapado en todo aquello, se dio cuenta de que, sin querer, había apartado a Linsey mientras ella seguía recuperándose en casa. Le invadió una oleada de remordimientos.
Recordó el anillo de compromiso personalizado que había encargado a un diseñador de renombre de la ciudad vecina. Incluso durante su apresurada visita, había conseguido ultimar la mayoría de los detalles. El diseñador le había puesto al día recientemente, asegurándole que la creación del anillo avanzaba a buen ritmo y que pronto estaría listo.
Su plan estaba tomando forma: revelaría su identidad secreta y le propondría matrimonio a Linsey durante la reunión anual de la Corporación CR.
Perdido en sus pensamientos, Collin dijo suavemente: «En diez días, tengo una sorpresa especial planeada para ti».
A Linsey se le iluminó la cara y preguntó entusiasmada: «¿Una sorpresa? ¿Qué clase de sorpresa estás planeando?».
Mientras Linsey hablaba, su frustración era evidente. «Pensabas darme una sorpresa dentro de diez días, ¿por qué sacas el tema ahora? ¿Disfrutas viéndome ansiosa por la espera?».
Collin respondió con una sonrisa. «Pensé que apreciarías tener algo que esperar, además de un poco de tiempo para prepararte».
Linsey permaneció escéptica. Había estado intentando encontrar el momento perfecto para contarle a Collin lo de su embarazo, pero allí estaba él, complaciéndose en mantenerla en vilo con sus propios planes.
A pesar de su enfado, un calor comenzó a extenderse en su interior. Considerando esto, a Linsey se le ocurrió una idea. «Bueno, si estás planeando una sorpresa para mí en diez días, espera una de mí también».
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