Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 509
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Capítulo 509:
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La doctora comenzó por revisar el informe, luego miró a Linsey y le preguntó: «Estás casada, ¿verdad? ¿Por qué no te ha acompañado tu marido hoy?».
Linsey le explicó: «Está de viaje por trabajo. Ni siquiera sabe que estoy aquí».
Mientras la doctora hojeaba las páginas del informe, su expresión se volvió grave.
«Esto…».
Linsey sintió que se le aceleraba el pulso al observar el cambio en el rostro de la doctora. «¿Qué pasa, doctora? ¿Hay algún problema?».
Se preguntó si sus síntomas recientes podrían indicar alguna enfermedad.
¿Sus recientes mareos y náuseas eran síntomas de algo grave?
La mente de Linsey se llenó al instante de pensamientos alarmantes.
La posibilidad de recibir un diagnóstico de una enfermedad terminal hizo que su corazón se hundiera.
Al ver a Linsey al borde del pánico, la doctora se apresuró a tranquilizarla. «No, no, lo has entendido mal».
Con una sonrisa, el médico dijo: «Enhorabuena, está embarazada».
Por un momento, Linsey se quedó tan impactada que no pudo moverse. «¿Podría repetirlo, doctor?».
El médico repitió: «Enhorabuena. Está embarazada. Según la prueba, está de unas cinco semanas».
En ese momento, los pensamientos de Linsey se detuvieron.
¡Estaba embarazada! ¡El médico acababa de confirmar su embarazo!
Respirando hondo, Linsey pidió confirmación: «Doctor, ¿es seguro? ¿De verdad estoy embarazada?».
El médico lo confirmó sin dudar. «Sí, los resultados son concluyentes. Definitivamente está embarazada».
Una sonrisa se dibujó en el rostro de Linsey.
Llevaba cinco semanas embarazada, lo que significaba que probablemente la concepción había tenido lugar justo después de su último ciclo menstrual.
Eso explicaba por qué se le había retrasado la regla. Eso explicaba el cansancio y las náuseas que había estado sintiendo.
¡Iba a ser madre!
Al darse cuenta, los ojos de Linsey se llenaron de lágrimas de alegría.
Instintivamente, inclinó la cabeza y se tocó suavemente el vientre, con un gesto tan delicado como si estuviera protegiendo algo precioso.
Al poco rato, Linsey se rió de sí misma.
El bebé tenía aproximadamente el tamaño de un guisante; aún no podía sentir su presencia.
El médico le dedicó una cálida sonrisa a Linsey, pero rápidamente adoptó una actitud más seria. «Sin embargo, hay otro motivo de preocupación en los resultados de la prueba».
Al mencionar el médico que había un motivo de preocupación, la expresión de Linsey se tornó inmediatamente preocupada. «¿Qué problema hay, doctor?», preguntó con un tono de miedo en la voz.
¿Podría haber algún problema con la salud del bebé?
Mientras esperaba la respuesta del médico, la mente de Linsey se llenó de preocupaciones.
Últimamente había sido muy cuidadosa con su salud, evitando el alcohol y la cafeína.
Pensó que los resultados de la prueba de embarazo no deberían haber mostrado ningún problema.
La posibilidad de que algo pudiera estar mal con su tan deseado bebé hizo que su corazón se acelerara.
Era incapaz de contemplar las posibles complicaciones…
El médico vio la angustia de Linsey y rápidamente se apresuró a tranquilizarla.
«No se preocupe, su bebé está perfectamente sano, y usted también», le aseguró el médico. «Sin embargo, hemos observado que el revestimiento de su útero es un poco más fino de lo que nos gustaría. Esta condición, si decidiera interrumpir el embarazo, podría complicar futuros intentos de concebir».
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