Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 476
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Capítulo 476:
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«Todavía no. Estoy atrapada en el tráfico, así que quizá llegue un poco tarde. Si llegas antes que yo, no me esperes, entra».
Collin frunció ligeramente el ceño al otro lado del teléfono, claramente preocupado.
«¿Quieres que vaya a recogerte?».
Tras una breve pausa, su voz se suavizó con pesar.
«Debería haberte esperado cerca de tu oficina».
Linsey se rió entre dientes, con tono tranquilizador.
«Aunque lo hubieras hecho, no habría cambiado la situación del tráfico. Habrías acabado atrapado aquí conmigo. No te preocupes».
Collin suspiró, sintiendo una pizca de decepción.
Como fundador de CR Corporation, tenía el poder de organizar una ruta despejada.
Pero, dado que iba a revelar su identidad en el banquete de esa noche, decidió abstenerse.
Al percibir su cambio de humor, Linsey se apresuró a tranquilizarlo.
—No pasa nada. Llegaré enseguida. ¿Ya has llegado?
—Estoy en la entrada —respondió Collin.
Linsey asintió.
—Entra tú primero. Si te encuentras con algún invitado influyente, aprovecha para establecer contacto con él. Me diste una invitación, así que no tendré problemas para entrar más tarde.
Sus palabras hicieron sonreír a Collin.
Era evidente que ella esperaba que él aprovechara la oportunidad para establecer contactos con la élite empresarial.
Collin sonrió suavemente.
Lo que Linsey no sabía era que la figura más poderosa de ese banquete era, en realidad, su marido.
—¿Collin? ¿Sigues ahí? —preguntó Linsey, desconcertada por su silencio.
Sus labios esbozaron una sonrisa.
—Te he oído.
Como ella insistía, no tuvo más remedio que seguir su consejo y entrar primero.
Tras colgar, la expresión cálida de Collin se desvaneció, sustituida por su habitual actitud serena y autoritaria.
Salió del coche y su mera presencia atrajo la atención de los que estaban cerca.
Los invitados cuchicheaban entre ellos, preguntándose quién era.
En ese momento, otra figura alta se acercó a él con aire seguro.
La llegada del recién llegado intrigó aún más a la multitud.
—Cuánto tiempo, señor Riley.
Collin levantó la mirada y esbozó una sonrisa tenue pero serena.
—Señor Lawson.
Vestido con un traje impecablemente confeccionado, Jeffery se comportaba con la elegancia de un auténtico caballero. Cada uno de sus movimientos denotaba sofisticación, pero bajo su refinado comportamiento se escondía un brillo agudo y gélido en sus ojos, una advertencia tácita para aquellos que se atrevieran a sobrepasar los límites.
Jeffery dio un paso adelante y se encontró con la mirada de Collin.
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