Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 461
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 461:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Collin se burló. —No nos ha dado nada a Linsey ni a mí, ¿por qué iba a tener algo para ti?
Pero en cuanto llegaron, el rostro de Collin se ensombreció. Ivy, con aire encantado, le entregó a Dustin un regalo envuelto con mucho cuidado.
Dustin sonrió, riendo triunfalmente mientras el humor de Collin se agriaba.
«¡Ivy, eres la mejor! ¡Sabía que nunca te olvidarías de mi regalo!». Dustin sonrió, prácticamente radiante de orgullo.
Collin siempre había sido posesivo con las personas que quería. De niño, montaba un escándalo cada vez que Ivy abrazaba a Dustin. Ahora, incluso siendo un hombre casado, sentía esa familiar punzada de celos cuando Ivy parecía preferir a Dustin antes que a él.
Si Linsey hubiera visto este lado de Collin, probablemente se habría sorprendido. Ivy, al darse cuenta de la tormenta que se avecinaba en los ojos de su nieto, se rió con complicidad. Sin perder el ritmo, metió la mano en la maleta, sacó dos cajas grandes y se las entregó a Collin.
—Qué malhumorado eres —bromeó Ivy, sacudiendo la cabeza—. ¿De verdad pensabas que nos íbamos a olvidar de ti y de Linsey? El equipaje llegó anoche, eso es todo.
Collin cogió los regalos y su postura rígida se relajó ligeramente.
—Abuela, lo has entendido todo mal —dijo con sinceridad—. No estaba enfadado. Solo me preocupaba que, si Linsey no recibía un regalo, se lo tomara a mal.
Ivy le lanzó una mirada cómplice, con una sonrisa en los ojos. —Por favor. ¿Acaso Linsey sabe que la estás utilizando como excusa? De verdad, después de todos estos años, sigues siendo el mismo. Ese carácter tan terco no ha cambiado ni un ápice.
Collin no discutió.
Las risas y la conversación animada llenaron la habitación, y la calidez entre ellos hizo que el espacio pareciera un poco más luminoso.
—Eso me recuerda algo —dijo Ivy, con expresión más seria al volverse hacia Collin—. Ya le has contado a Linsey la verdad sobre tu discapacidad, pero ¿le has explicado la situación con CR Corporation?
La tranquilidad del rostro de Collin desapareció al instante, sustituida por un raro destello de inquietud. —Todavía no —admitió—. Pienso decírselo en la cena de la familia Lawson dentro de unos días.
Dustin silbó entre dientes y negó con la cabeza. —Ivy, creo que Collin está muy enamorado de Linsey. ¿Alguna vez lo has visto así? La confusión y la vacilación, que nunca habían formado parte de Collin, se apoderaron ahora de su rostro, de forma inequívoca. Por una vez, parecía realmente inseguro.
La idea de ver la decepción en los ojos de Linsey lo inquietaba. Pero lo que más le asustaba era la posibilidad de que, una vez que ella supiera la verdad, nunca volviera a confiar en él.
Ivy, siempre perspicaz, se dio cuenta de su confusión interior. Su voz era tranquila, pero firme. —Collin, solo he visto a Linsey una vez, pero está claro que siente algo muy profundo. Una chica tan sincera como ella no tolerará que la persona a la que ama la engañe. Si esperas demasiado para decirle la verdad, puede que acabes arrepintiéndote.
Collin asimiló sus palabras y su expresión se volvió seria. —Lo entiendo, abuela.
Su consejo reafirmó su decisión. No importaba cómo reaccionara Linsey, no podía seguir ocultándole la verdad. Y, sobre todo, una vez que el mundo supiera que el marido de Linsey era el fundador de CR Corporation, nadie se atrevería a volver a ponerle la mano encima.
Al salir de la residencia, Collin seguía preocupado, con la mente enredada en el dilema de cómo reaccionaría Linsey cuando finalmente le dijera la verdad.
.
.
.