Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 439
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Capítulo 439:
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Sacudida por sus pensamientos, Linsey trastabilló hacia atrás y su cuerpo chocó dolorosamente contra el borde frío y duro de la cama del hospital. Un agudo pinchazo le atravesó la pierna, pero no había tiempo para pensar en ello.
Haciendo caso omiso del dolor, corrió tras ellos, desesperada por entender lo que estaba pasando.
En medio del caos, Gorman fue trasladado a urgencias. Afuera, Danny se quedó rezagado, con el rostro lleno de ansiedad mientras miraba las puertas cerradas.
De repente, se volvió hacia ella, con los ojos encendidos de acusación.
—¡Eres tú! ¡Tú eres quien ha hecho daño al Sr. Green! —Danny se abalanzó sobre ella, conteniendo a duras penas su furia.
Si no hubieran estado dentro del hospital, podría haber actuado por impulso y estrangularla allí mismo.
Gorman siempre la había tratado con amabilidad. ¿Y así era como se lo pagaba? ¿Con una traición?
Linsey se quedó paralizada, incapaz de moverse por la impotencia.
Sí, ella le había administrado la medicación, pero la reacción había sido totalmente inesperada. Nunca había querido que pasara eso.
Linsey comenzó a hablar, pero Danny la interrumpió con una mirada aguda e implacable.
—¡Basta! ¡No necesito tu falso arrepentimiento! No soy el Sr. Green y no voy a caer en tu trampa. ¡Guárdate tus excusas para cuando él despierte!
Sus palabras dejaron a Linsey en silencio.
Las horas siguientes fueron agonizantes. Se quedó junto a Danny, esperando cualquier noticia de la sala de urgencias.
Con cada momento que pasaba, su ansiedad aumentaba. Necesitaba respuestas, y las necesitaba rápido.
Nunca quiso hacerle daño a Gorman. Pero hasta que él recuperara la conciencia, nadie la creería.
La espera se hizo interminable. Por fin, la luz de la puerta de la sala de urgencias parpadeó y se apagó.
Las puertas se abrieron y el médico salió con expresión sombría.
—¿Cómo has podido ser tan descuidado con el cuidado de un paciente? ¿Cómo has permitido que alguien con malas intenciones aplicara veneno en las heridas del Sr. Green?
—¿Veneno? —Danny abrió los ojos con sorpresa.
Linsey se puso rígida—. ¡Eso es imposible! ¡He usado el mismo medicamento que antes cuando le cambié los vendajes a Gorman!
El médico frunció aún más el ceño. —Hemos hecho pruebas. Sus heridas han sido tratadas con veneno. Si no hubiera recibido atención médica a tiempo, no habría sobrevivido.
Danny estaba furioso. Señaló a Linsey con el dedo y gritó: —¡Has sido tú! ¡Siempre supe que eras rencorosa! ¿Cómo ha podido el señor Green preocuparse por alguien como tú?
El pánico se apoderó de Linsey. Negó con la cabeza y levantó las manos en señal de protesta.
—¡No fui yo! ¡No tenía motivos para hacerle daño a Gorman! Se me acabó el medicamento, así que fui a la farmacia a por más. ¡Me lo dio una enfermera!
Antes de que Danny pudiera responder, una enfermera se acercó furiosa.
«¿Cómo se atreve a acusar falsamente a nuestro personal? Todos los medicamentos de nuestra farmacia están estrictamente controlados. Es imposible que alguno de ellos estuviera envenenado. ¡Solo está intentando encubrir su propio error!».
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