Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 424
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Capítulo 424:
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Gorman solo estaba bromeando, y su humor mejoró visiblemente cuando la vio.
«No te enfades, solo estaba bromeando». Gorman sonrió y señaló la silla junto a su cama. «Linsey, ven a sentarte aquí».
Linsey permaneció de pie, con expresión impasible. «Solo dime, ¿qué necesitas?».
Era evidente que no era enfermera ni cuidadora.
¿De verdad Gorman esperaba que ella lo cuidara?
Su desinterés era evidente, pero Gorman no parecía inmutarse.
Sonrió y preguntó: «Linsey, ¿de verdad ha pasado tanto tiempo que has olvidado las promesas que me hiciste?».
Sin inmutarse, Gorman señaló los medicamentos que había sobre la mesa junto a él. —¿Podrías aplicarme esto?
Linsey se negó rotundamente. —No. No es buena idea. No soy enfermera y, al carecer de los conocimientos necesarios, podría causarle más daño.
Gorman frunció el ceño. —¿Te vas a quedar ahí parada sin hacer nada?
Su frustración creció al observar su actitud distante.
¿Por qué Linsey seguía tan alejada de él?
En su frustración, Gorman intentó incorporarse.
Sin embargo, al hacerlo, sin darse cuenta, agravó su herida.
Jadeó bruscamente y su tez se volvió pálida como la de un fantasma.
Danny, alarmado, gritó: «¡Enfermera!».
Las enfermeras entraron corriendo en la habitación para atenderlo.
Esta atención urgente era necesaria desde hacía tiempo, pero Gorman había insistido en que fuera Linsey quien le aplicara el medicamento, lo que provocó el retraso.
Desde la distancia, Linsey observaba la escena, con expresión impasible mientras las enfermeras trabajaban sin descanso.
Pronto, la habitación se impregnó del fuerte olor a sangre.
Al ver a Gorman, Linsey frunció aún más el ceño.
Lo que vio la hizo tensarse.
Tenía un profundo corte en el hombro, del que seguía brotando sangre. Una enfermera dijo con urgencia: «¡Necesitamos un médico, hay que darle puntos inmediatamente!».
Por un momento, Linsey se quedó clavada en el sitio. ¿Cómo se habían vuelto tan graves sus heridas?
Al darse cuenta de la expresión de asombro de Linsey, Danny se acercó y le preguntó en tono acusador: «¿Por qué parece tan sorprendida, señorita Brooks? ¿Creía que el Sr. Green estaba exagerando su dolor?».
Linsey dudó, con una tormenta de emociones encontradas reflejada en su rostro. «No, no es eso. Es solo que… no me había dado cuenta de la gravedad de sus heridas».
«¿No es culpa tuya y de Collin?», se burló Danny.
Linsey le lanzó una mirada afilada. Su mente volvió a la reciente pelea en el salón del Hotel Glory. Había apuñalado a Gorman, creyendo en ese momento que era en defensa propia. Estaba convencida de que era otro de sus retorcidos planes para atraparla.
Solo después descubrió que Fernanda, actuando sola, había orquestado todo el plan. El propio Gorman había castigado duramente a Fernanda por salirse de la línea.
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