Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 1441
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Capítulo 1441:
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¿Por qué la miraba así? ¿Quién lo había provocado? Seguramente… ¿no sería ella?
Antes de que pudiera siquiera pensar en ello, Collin estaba frente a ella. Incluso en su silla de ruedas, se alzaba con una autoridad que eclipsaba la habitación. Un aura de dominio se aferraba a él, presionando contra su pecho hasta que le costaba respirar.
Linsey no había hecho nada malo, o al menos eso se decía a sí misma. Sin embargo, inexplicablemente, la inquietud se apoderó de ella.
—Señor Riley —su voz temblaba mientras se levantaba, con la mirada inestable.
El rostro de Collin era una máscara de hielo. —¿Qué hace aquí?
—Yo… —Su mirada se posó en Gorman, mientras su mente buscaba una respuesta. Antes de que pudiera formularla, Gorman la agarró de la muñeca y la colocó detrás de él, con voz cortante—. ¿Desde cuándo te debemos una explicación?
—No te estaba hablando a ti. Los ojos de Collin lo atravesaron como una espada antes de volver a mirarla a ella—. Linsey, deja de esconderte detrás de él.
La orden no dejaba lugar a la desobediencia. Aunque sus pensamientos giraban caóticamente, el cuerpo de Linsey se movió como impulsado por algo más grande que su voluntad.
«Levanta la cabeza. Mírame», continuó Collin, con voz baja y resuelta.
Ella obedeció.
Y en el momento en que sus ojos se encontraron con los de él, su silenciosa reprimenda rozó su corazón como un latigazo. «Eres una mujer joven. Alardear de tu cercanía con otro hombre en público… ¿tienes idea de cómo te hace quedar eso?».
Linsey se quedó paralizada, con la mente en blanco, sin poder articular palabra.
Para Collin, ese silencio no era más que una aceptación. Su ira estalló y su voz se volvió cortante como el hielo. «Vas a venir conmigo».
Antes de que sus pensamientos pudieran ponerse al día, su cuerpo respondió por sí solo, dando un paso hacia él.
—¡Espera! —Gorman le bloqueó el paso, con la mirada fija en Collin—. Es mi novia. ¿Por qué debería seguirte?
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Collin apretó con fuerza el reposabrazos, conteniendo a duras penas su frustración. Novia. Ahí estaba otra vez. Cada vez que él y Gorman se enfrentaban, Gorman se aseguraba de soltar esa palabra. Gorman podía decirla todo lo que quisiera, pero él ya estaba más que harto de oírla.
A pesar de la irritación que bullía bajo la superficie, Collin mantuvo un tono tranquilo. —Linsey es empleada de CR Corporation. Ha surgido una situación urgente y la necesitan en la oficina. ¿Te queda claro?
Gorman apretó la mandíbula. «¿Quieres decir que, de todos los que trabajan en CR, solo Linsey es capaz de manejarlo? ¿No puedes enviar a nadie más?».
—Así es —respondió Collin, tajante y rotundo.
«¡Collin Riley!». El temperamento de Gorman casi estalló ante tanta indiferencia.
Cualquiera con dos dedos de frente sabía que CR Corporation estaba llena de gente capaz. ¿Por qué elegir a Linsey? La supuesta emergencia de Collin no era más que una excusa mal disimulada, una estratagema para alejar a Linsey de él y llevarla de vuelta a la empresa.
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