Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 1375
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1375:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Dolores bajó la voz y se acercó. «Tienes que cuidarte. Nunca te acuestes con alguien así. Hay gente que se dedica a buscar vírgenes a propósito».
Al oír esas palabras, la expresión de Linsey se tornó vacilante.
¿Vírgenes?
Después de haber sido obligada a tener relaciones sexuales con ese hombre enmascarado, ya no lo era. El recuerdo volvió a su mente, dejando una pesada carga en su pecho.
Quería contárselo todo a su mejor amiga, pero Dolores acababa de salir de una operación. No le haría ningún bien agobiarla ahora. Y aunque se lo contara, eso no cambiaría lo que ya había pasado.
Después de pensarlo bien, Linsey decidió guardarse la verdad para sí misma.
«Lo entiendo». Esbozó una leve sonrisa y añadió: «No te preocupes, Dolores. No hay ninguna posibilidad de que Gorman y yo nos enamoremos».
Poco después, la medicación hizo que Dolores se durmiera y Linsey salió silenciosamente de la habitación para sentarse sola en un banco.
Esos recuerdos no deseados le carcomían el pecho hasta que sus ojos comenzaron a picarle.
Ese hombre le había robado tanto su primer beso como su virtud como si no significaran nada. Debería haberle dado una paliza antes de marcharse.
Si el destino volvía a ponerlo delante de ella, no dudaría: le haría pagar, sin importar el coste.
Apenas había terminado de pensar eso cuando su teléfono vibró en su bolsillo.
Rápidamente lo sacó, pensando que podría ser Gorman, pero el nombre que aparecía en la pantalla pertenecía a un número desconocido.
¿Quién llamaba?
Sigue leyendo en ɴσνєℓα𝓼𝟜ƒα𝓷.𝒸ø𝓂 con sorpresas diarias
La pregunta le pasó por la mente mientras descolgaba.
La llamada se activó y un hombre habló. «¿Es Linsey Brooks?».
Ella dudó un segundo antes de responder: «Sí, soy Linsey Brooks. ¿Quién habla?».
«Llamo desde el departamento de Recursos Humanos de CR Corporation. Quería informarle de que su currículum y su entrevista online han sido aprobados».
Linsey contuvo el aliento. «¿De verdad?», exclamó, levantándose de un salto del banco, emocionada.
Se oyó una risa ahogada al otro lado de la línea. «Sí, así es. Pero aún queda un último paso: una entrevista presencial. Una vez que la apruebe, podremos incorporarla oficialmente. ¿Le vendría bien mañana?».
«Por supuesto», respondió sin dudar.
Confirmaron la hora de la entrevista para la mañana siguiente antes de terminar la llamada. La alegría la dejó paralizada, con lágrimas de incredulidad corriendo por sus mejillas.
Después de verse obligada a dejar su trabajo anterior, había estado enviando currículos a innumerables empresas.
Últimamente, encontrar trabajo era casi imposible. Cada oferta de empleo en Internet atraía a cientos de solicitantes, y los departamentos de recursos humanos eran más exigentes que nunca.
.
.
.