Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 1331
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1331:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Interrumpiéndola, Gorman se inclinó hacia ella y le susurró: «¡Lo que vi no era una fantasía!».
La sensación de su calor lo llenó de una alegría que pensaba que nunca volvería a sentir, y sus ojos brillaron ante el milagro que suponía todo aquello.
En ese momento, comprendió la verdad. De alguna manera, el universo lo había hecho retroceder en el tiempo. Se encontró de pie en la encrucijada donde había comenzado su viaje con Linsey.
Una pregunta le carcomía: ¿qué sería de Collin?
Recuerdos vívidos pasaron por su mente: la visita de Linsey al tranquilo pueblo pesquero, cómo buscaba ideas para sus pinturas y, por casualidad, se convirtió en su salvadora.
Una vez que regresó a casa, conoció a Collin.
Recordando todo esto, Gorman dejó ir lentamente a Linsey, con la esperanza brillando en su mirada afectuosa.
Su voz sonó suave y vacilante. «Linsey, ¿conoces a Collin?».
Ella lo miró, completamente desconcertada. «¿De quién estás hablando?».
«Collin Riley». Gorman dijo el nombre completo, sin ocultar su urgencia.
La confusión permaneció en su rostro. «Realmente no conozco a nadie llamado Collin. Ese nombre no me dice nada».
Esa respuesta hizo que Gorman soltara una carcajada.
Se le había presentado un nuevo comienzo. Quizás podría recuperar lo que una vez había perdido.
Linsey observó la felicidad en su rostro, frunciendo el ceño con sospecha. Desde que él había abierto los ojos, ella había luchado por entender algo de lo que decía.
Empezó a sospechar que tal vez fuera uno de esos hombres encantadores pero un poco despistados.
Actualizaciones diarias desde ɴσνєℓα𝓼4ƒα𝓷.𝒸ø𝗺 para seguir disfrutando
Cuando le había curado las heridas antes, había notado marcas en su pecho, pero su cabeza no parecía tener ningún problema. Eso la llevó a pensar que tal vez él era simplemente así.
Interrumpiendo sus pensamientos, Gorman habló. «Te debo una por salvarme la vida. Encantado de conocerte. Me llamo Gorman Green».
Ella volvió al presente y respondió con una sonrisa amable. «Me llamo Linsey Brooks».
Con una mirada cálida y un brillo juguetón en los ojos, él preguntó: «¿Te parece bien si te llamo Linsey?».
Solo pasó un momento de incertidumbre antes de que ella asintiera con la cabeza. «Por mí está bien».
Después de intercambiar sus nombres, sus ojos se posaron en el cuenco roto en el suelo.
Él se dio cuenta de dónde miraba y su actitud cambió ligeramente. Con un tono amable, se disculpó. «Lo siento. Me dejé llevar y acabé rompiéndolo. Déjame encargarme de ello».
«No te preocupes. Yo me encargo», dijo ella, arrodillándose para recoger los fragmentos rotos.
.
.
.