Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 1308
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1308:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
El rostro de Collin seguía siendo indescifrable, sus dedos tamborileaban ligeramente sobre el reposabrazos mientras su mirada se movía entre ellos, fijándose finalmente en Félix. Aunque permaneció en silencio, Félix sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.
—N-no, lo has entendido mal —tartamudeó Félix, apresurándose a explicarse—. Solo quería que le hiciera sopa a mi madre, eso es todo.
—¿Cocinar para tu madre? —le interrumpió Collin con tono burlón—. ¿Crees que puedes tratar a mi chica como si fuera tu chef personal? ¿Quién te crees que eres?
Felix se sonrojó y luego palideció. Temiendo otro golpe financiero o algo peor, no se atrevió a discutir. En cambio, inclinó la cabeza y murmuró: «Lo siento, señor Riley. Me pasé de la raya. No volverá a suceder».
«Lárgate», ordenó Collin con frialdad.
Aliviado por poder escapar, Felix asintió rápidamente. —Sí, me voy, me voy. Mientras Felix se alejaba apresuradamente, Linsey soltó un suspiro de alivio.
Estaba agradecida de que Collin hubiera aparecido; de lo contrario, Felix podría haberse aferrado a ella como una sombra persistente.
Pero entonces se dio cuenta de algo. —¿Qué haces aquí? —preguntó.
La expresión de Collin se ensombreció y su voz se volvió aguda. —¿Qué, te avergüenza que te vean con alguien como yo, con mi condición?
—No es eso lo que quería decir —dijo Linsey, frunciendo el ceño.
Nunca lo había juzgado por su discapacidad, pero él siempre asumía que lo hacía. Antes de que pudiera darle más vueltas, el brazo de Collin se deslizó alrededor de su cintura y la atrajo hacia él.
«¡Ah!», exclamó Linsey, agarrándole instintivamente por los hombros. «Collin, ¿estás loco?». Se sonrojó de vergüenza. «Estamos en un evento público, rodeados de gente. ¡No puedes abrazarme así! Suéltame».
«¿Es un delito abrazar a mi esposa?», preguntó Collin con expresión severa.
novelas4fan.com tiene: ɴσνєℓα𝓼4ƒα𝓷.ç0𝓂 que te atrapará
«¡Esa no es la cuestión! ¡Esto es un lugar público!», replicó Linsey.
«¿Y qué si es público?», Collin la abrazó con más fuerza, con voz firme y desafiante. «¿Tú puedes estar tan cariñosa con tu ex delante de todo el mundo, pero yo no puedo abrazarte como tu pareja?».
«Yo…», Linsey titubeó, momentáneamente sin palabras.
Antes de que pudiera responder, Collin le levantó suavemente la barbilla.
—Linsey —dijo, acercando su rostro poco a poco, con su aliento rozándole la oreja—. Te lo advierto: si se te ocurre dejarme por ese don nadie, lo mataré a golpes delante de ti.
Linsey se estremeció y apartó su mano. —Te lo he dicho mil veces, eso se acabó. ¿Puedes dejar de ponerte celoso?
—¿Así que el problema soy yo por estar celoso? —Collin soltó una risa burlona y ambigua.
Los invitados cercanos comenzaron a darse cuenta del alboroto y dirigieron sus miradas curiosas hacia Collin y Linsey.
Aunque el círculo de guardaespaldas dificultaba que los espectadores vieran exactamente lo que estaba pasando, Linsey sintió que le subían los colores a las mejillas. Empujó suavemente a Collin y se puso de pie.
«Por favor, aquí no. Podrás abrazarme todo lo que quieras cuando lleguemos a casa», le susurró.
Su amable concesión hizo sonreír de satisfacción a Collin, que, a regañadientes, aflojó el abrazo.
En cuanto Linsey se levantó, Lara apareció a su lado, que había venido a buscarla.
.
.
.