Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 1306
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1306:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Collin se tomó su tiempo para responder y la miró fijamente. «Lo que quiero decirte es…». Hizo una pausa y observó cómo ella se ponía cada vez más curiosa. «Sinceramente, eres una tonta», añadió.
Linsey le lanzó una mirada fulminante. «¡Si alguien es tonto, ese eres tú!».
Aceleró el paso mientras se alejaba rápidamente, murmurando: «Collin, eres el tonto más irritante que he conocido nunca. Si sigues burlándote de mí, te juro que envenenaré tu comida y me aseguraré de que nunca vuelvas a hablar».
Collin se quedó sentado en silencio, observándola alejarse mientras sus palabras resonaban en el pasillo. No había rastro de enfado en su rostro. En cambio, una pequeña sonrisa se dibujó en la comisura de sus labios.
Había momentos en los que disfrutaba viéndola perder los estribos, comportándose como una gatita pequeña y enfadada.
Mientras Collin seguía reflexionando sobre la conversación, la voz de Dustin rompió el silencio. «¿Ya se ha ido Linsey?».
Solo entonces Collin recordó que Dustin estaba allí. Volvió a abrir su ordenador portátil. «Se ha ido».
Una ola de alivio invadió a Dustin, y su conversación continuó donde la habían dejado. Al poco tiempo, Dustin preguntó: «¿Tienes planes de volver y ver cómo van las cosas en la empresa?».
La mayoría de la gente pensaba que Collin no era más que un holgazán, pasado por alto e ignorado por la familia Riley. En realidad, él era el cerebro detrás de CR Corporation, el responsable de todos sus notables éxitos.
Collin respondió sin dudar: «Tengo plena confianza en tu liderazgo. No hay nada de qué preocuparse».
Dustin esperaba esa respuesta y, a propósito, planteó otra idea. «Solo pensé que tal vez te gustaría ver a Linsey presentar el evento».
Sigue leyendo en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒαɴ.ç0𝓂 con nuevas entregas
Una pequeña arruga apareció en la frente de Collin. «¿De qué estás hablando?».
«¿Linsey no te lo ha dicho?», preguntó Dustin parpadeando con cierta incredulidad. «El Grupo Wells nos ha enviado una invitación para su exposición de diseño. Por lo que he oído, ella es la representante».
Collin, completamente ajeno a todo, se tensó. Su tono cambió inmediatamente a uno resuelto. «Entonces estaré allí».
La exposición de diseño del Grupo Wells ya estaba en pleno apogeo. El lugar estaba lleno de élites e innovadores del sector, y el ambiente estaba animado con risas corteses y el suave tintineo de las copas. Félix se movía con soltura entre la multitud, intercambiando cumplidos y brindis con altos ejecutivos, creando una atmósfera de camaradería natural.
En ese momento, Linsey pasó por allí. La mirada de Félix se cruzó con la de ella y, sin dudarlo, se acercó a ella. «Linsey».
La expresión de Linsey dejaba claro que no estaba de humor para charlar. «Lo que sea que necesites, hazlo rápido. Estoy ocupada», dijo fríamente, con voz aguda y distante.
Pero Félix, llevado por su buen humor, no se desanimó por su frialdad. «Lara me ha contado lo de los bocetos de diseño desaparecidos», dijo con ligereza. «Has manejado la situación de forma impresionante. Esa rapidez mental es poco común».
Linsey puso los ojos en blanco, claramente poco impresionada. —Ahórrate los elogios. No los necesito.
No muy lejos de ellos, Joanna se había percatado del intercambio. Observaba atentamente, con los ojos entrecerrados y los labios apretados en una delgada línea. La envidia brillaba en su mirada, mezclada con resentimiento.
—No puedo creer que Linsey lo haya conseguido, resolver la crisis sin esfuerzo alguno —murmuró Joanna.
.
.
.