Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 1296
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Capítulo 1296:
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«Y la mitad de las acciones del Grupo Wells». Una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de Linsey.
Felix no dudó en rechazarla. «Quédate con tu título si quieres. Pero ¿esas acciones? Olvídalo».
Linsey ya se esperaba esa respuesta. Simplemente asintió con la cabeza. «De acuerdo».
Con eso, la negociación quedó zanjada, pero Joanna se quedó boquiabierta. «Felix, ¿y yo qué?».
Los problemas de Joanna eran lo último en lo que pensaba Linsey.
Una vez cerrado el trato, salió de la oficina con calma, sin molestarse en mirar atrás.
Solo después de que Linsey se marchara, Félix le ofreció algo de consuelo. «Te buscaré otro puesto».
A decir verdad, dejar que Linsey recuperara la oficina de directora de diseño era una victoria para Felix. Su liderazgo siempre había impulsado al Departamento de Diseño de Moda a superar los objetivos y acumular impresionantes beneficios.
Sin embargo, desde que Joanna había intervenido, las cosas habían ido cuesta abajo: el rendimiento había bajado, las quejas se acumulaban y los clientes se estaban escapando.
Felix necesitaba una forma elegante de apartar a Joanna, y el regreso de Linsey le había proporcionado la solución perfecta.
Joanna se enfadó por haber sido apartada. —¡No, yo también quiero el puesto de directora de diseño!
Felix suspiró. —Por ahora no puedo hacer nada. ¿Podrías aguantar un poco más?
Fingiendo impotencia, intentó tranquilizarla. —Linsey ahora tiene a Collin de su lado. Él tiene mucha influencia, y crear problemas con ella podría volverse en nuestra contra. ¿Recuerdas cómo acabó todo la última vez que Collin intervino?».
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«¡Como si pudiera olvidarlo!», murmuró Joanna, con la rabia bullendo bajo la piel. El recuerdo permanecía nítido en su mente, y la furia y el resentimiento crecían en su interior como una tormenta a punto de estallar.
Si no hubiera sido por Collin y Linsey, nunca habría sufrido tal desgracia pública.
Una mirada de aprobación cruzó el rostro de Félix mientras hablaba: «Por el momento, aguantemos. La empresa apenas ha escapado de la quiebra, no podemos arriesgarnos a otro desastre. Cuando sea el momento adecuado, ajustaremos cuentas. Además, cada céntimo que Linsey gane como directora de diseño acabará en nuestros bolsillos, ¿no?».
Joanna finalmente accedió, aunque a regañadientes, a renunciar a su pretensión al puesto de directora de diseño.
Mientras tanto, Linsey, que había salido de la oficina, no perdió tiempo en comprar café para todos sus compañeros de trabajo. Sus colegas se animaron con entusiasmo y se apresuraron a coger sus tazas antes de volver a sus escritorios para retomar sus tareas.
Después del ajetreo, solo una persona se quedó cerca de Linsey y entabló conversación con ella. Esa persona era Lara Lee, una empleada veterana de Wells Group que se había convertido en la mejor amiga de Linsey en la empresa. Muy pocas personas conocían la historia de Linsey con Félix, pero Lara era una de ellas.
Su conversación derivó hacia los cotilleos habituales mientras pasaban el rato en la sala de descanso.
Lara no pudo resistirse a empezar con el tema de la vida sentimental de Linsey. Le preguntó: «¿Qué pasa entre Félix y tú últimamente?».
Sin dudarlo, Linsey respondió: «Hemos roto. Él ha seguido adelante con otra persona, así que ¿qué otra cosa podía hacer sino terminar la relación? No iba a permitir que me engañara».
Lara, que siempre había sentido curiosidad por el comportamiento reciente de Joanna, finalmente sintió que todo tenía sentido después de escuchar la explicación de Linsey.
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