Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 1118
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1118:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Al instante, Jeffery se acercó a ella. «Tranquila, Alicia. No hay prisa», le dijo con tono preocupado.
Joanne sintió que sus rasgos se endurecían y se quedó clavada en el sitio, sin saber qué hacer.
Su mirada siguió a Jeffery mientras se alejaba, con sus pensamientos dando vueltas en su cabeza.
En solo unos pasos, Jeffery alcanzó a Alicia, le tomó la mano con delicadeza y, con ternura, le apartó un mechón de pelo de la cara.
—¿Por qué estás tan asustada? —preguntó Jeffery, levantando las cejas con preocupación.
Alicia lo miró rápidamente, con voz apenas audible. —He oído dos golpes fuertes hace un momento. Linsey ha dicho que la lámpara de araña del piso de arriba casi se cae. Me he asustado… Pensaba que podrías estar debajo.
Jeffery soltó una risita, tratando de calmar su preocupación. —Estoy bien, de verdad. Ni un rasguño.
No estaban especialmente cerca, pero había algo en el aire entre ellos que parecía íntimo, como si los envolviera en un espacio al que nadie más podía entrar. Joanne notó el cambio de energía entre ellos y su rostro se frunció lentamente en una expresión seria y pesada.
Linsey vio que Jeffery se acercaba a Alicia. Sin apresurarse, se dio la vuelta y se dirigió hacia donde estaban Dolores y Dustin.
Dolores y Dustin seguían abrazados, perdidos en su propio mundo, completamente ajenos a Hester, que caminaba directamente hacia ellos con el rostro inexpresivo e indescifrable.
En ese momento, Collin se acercó silenciosamente a Linsey. Se inclinó y le susurró: «Por ahora, solo observemos. No hace falta intervenir».
Linsey asintió sutilmente y decidió quedarse atrás sin decir nada.
«Levántate. Todos nos están mirando», murmuró Hester, con voz baja pero tensa, luchando por mantener la compostura.
Dolores, todavía en brazos de Dustin, pareció salir de trance. Se puso de pie rápidamente, evitando la mirada de Hester como si le quemara.
«Lo… lo siento», murmuró Dolores, nerviosa.
Capítulos recién salidos en ɴσνєℓα𝓼4ƒ𝒶𝓷.c○𝓂 actualizado
Dustin se recompuso rápidamente. Erguido, miró a Hester directamente a los ojos. —Estoy bien, mamá.
Los labios de Hester se crisparon en una amarga media sonrisa. Su voz rezumaba sarcasmo. —Oh, seguro que sí.
Sus ojos se posaron en la lámpara de araña, que seguía tambaleándose ligeramente, como una advertencia.
El gerente del salón de banquetes llegó corriendo, claramente asustado. —Sra. Wade, lo sentimos mucho. No comprobamos dos veces los accesorios. Resulta que los tornillos que sujetaban la lámpara estaban sueltos.
Hester le lanzó una mirada fría y penetrante. Su voz era áspera, teñida de furia. —Deberías dar gracias de que nadie haya acabado en el hospital esta noche.
«Lo sentimos mucho, señora Wade. Le daremos una explicación detallada y lo arreglaremos», prometió, casi sin aliento.
El gerente miró nerviosamente a los peces gordos que estaban cerca, con la ansiedad reflejada en su rostro. —Si alguien ha resultado herido, lo llevaremos al hospital de inmediato. Todos los gastos, los daños… todo correrá por nuestra cuenta.
Su mirada recorrió la multitud: Collin, el pez gordo detrás de CR Corporation; Dustin, el siguiente en la línea de sucesión de la fortuna Wade; y Jeffery, el hijo de los Lawson. Ninguno de ellos era tipo con el que se pudiera meter.
.
.
.