Mi esposo millonario: Felices para siempre - Capítulo 1117
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1117:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
«Dolores…», murmuró, con una mezcla de reproche y admiración en la voz. «¿Has perdido la cabeza? Esa lámpara podría haberte matado. Ni siquiera lo pensaste, simplemente corriste hacia mí. ¿Por qué lo hiciste?».
Dolores levantó la cabeza y entrecerró los ojos al ver cómo la lámpara de araña se balanceaba inestable sobre su cabeza. A pesar del inquietante parpadeo, la lámpara permaneció en su sitio.
Cerca de allí, Jeffery miró a Joanne, que yacía en el suelo, con expresión de confusión en el rostro. —Señorita Ellis, ¿qué la ha traído aquí corriendo? —Tras un momento, le preguntó con delicadeza—. ¿Cree que puede levantarse?
Respirando con dificultad, Joanne se fijó en que Jeffery mantenía las manos a ambos lados de ella, sin invadir su espacio. Una pizca de ironía se dibujó en sus ojos mientras lo miraba.
La preocupación de Jeffery se intensificó. «¿Señora Ellis?», volvió a llamar, perplejo por su silencio. Frunció el ceño mientras intentaba descifrar su expresión. «¿Se ha hecho daño?».
Solo entonces Joanne levantó los ojos, con voz baja e irónica. «En este momento, casi desearía haberme hecho daño».
Jeffery registró su respuesta, pero no comprendió la intención que había detrás. La expresión de desconcierto en su rostro hizo que Joanne no quisiera continuar la conversación.
Todo su plan inicial —utilizar su asociación con Dustin para acercarse a Jeffery— ahora parecía inútil. Con Jeffery justo delante de ella, Joanne se sintió completamente perdida, incapaz de articular una sola palabra o hacer un solo gesto.
—Estoy bien. No me he hecho nada —murmuró Joanne, bajando la mirada al suelo.
Se enderezó con ambas manos e intentó disimular su inquietud. Sin previo aviso, su tobillo se tambaleó dentro del estrecho tacón, haciéndola perder el equilibrio. Un pequeño grito escapó de sus labios antes de que pudiera evitarlo.
De la nada, una mano firme la agarró por la muñeca, sujetándola.
Sorprendida, Joanne levantó la vista y su corazón se aceleró al darse cuenta de que era Jeffery quien la sostenía. Su atención se desvió de su rostro sereno a la mano tranquilizadora que le rodeaba la muñeca.
—Cuidado por donde pisas —dijo Jeffery con voz tranquila y cortés mientras la ayudaba a recuperar el equilibrio.
Últιmαs 𝒶𝒸𝓉𝓊𝒶𝓁𝒾𝓏𝒶𝒸𝒾𝑜𝓃𝑒𝓈 en ɴσνєʟαѕ𝟜ƒαɴ.𝒸ø𝗺
Una vez seguro de que Joanne ya no corría peligro de caerse, la soltó rápidamente.
Echó un vistazo a su alrededor y rápidamente localizó a Alicia y Linsey a poca distancia, sintiéndose aliviado de que Alicia no hubiera presenciado el casi accidente.
Aunque la lámpara de araña no se había estrellado, su movimiento errático había sacudido a todos.
Joanne, que se había quedado cerca, se encontró mirándolo, con un silencioso anhelo brillando en sus ojos.
Una oleada de recuerdos la invadió, transportándola a las tardes en el campus, cuando estudiaba en silencio la curva de la mandíbula de Jeffery desde la distancia.
Una pequeña esperanza se despertó en su interior: tal vez Jeffery no lo había olvidado del todo. Quizás esos recuerdos simplemente estaban latentes.
Se le pasó por la cabeza una idea: si pudiera despertar su memoria, seguro que aquellos momentos de hacía tanto tiempo volverían a su mente.
Reuniendo su determinación, llamó en voz baja: «Jeffery…».
Apenas había pronunciado las palabras cuando otra voz interrumpió el momento. —¡Jeffery! —gritó Alicia, moviéndose con cuidado y protegiendo su vientre con las manos.
.
.
.