Los Secretos de la Esposa Abandonada - Capítulo 904
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 904:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Cuando estaban a punto de apretar el gatillo, Allison permaneció impasible. Se puso de pie a la luz, levantando algo en la mano. «Quizá queráis reconsiderar esas órdenes», dijo con calma. Los pistoleros se quedaron paralizados por la sorpresa cuando vieron lo que sostenía.
«¡Es una bomba! ¡No disparéis!», gritó alguien presa del pánico. Pero Allison ya estaba levantando su arma con la otra mano. «Es demasiado tarde. Este es mi regalo para vosotros».
En un instante, lanzó la bomba y disparó contra ella con una precisión mortal.
¡Bum!
Su disparo dio directamente en la bomba, haciéndola estallar en el aire. La explosión fue ensordecedora, sacudiendo a todos hasta la médula.
«¡Agachaos!», gritó alguien.
La explosión hizo que muchos tropezaran y les zumbaran los oídos. A algunos incluso les empezaron a sangrar los oídos. Era demasiado tarde para agacharse.
Los pistoleros más cercanos quedaron destrozados por la explosión, dejando solo unos pocos supervivientes, demasiado aturdidos para siquiera sujetar sus armas.
En un abrir y cerrar de ojos, la muerte y el caos se habían apoderado de la zona.
Unos treinta segundos después, Verruckt, que había estado más lejos, fue el primero en levantarse y examinar la escena.
Sus ojos se encontraron a través de los escombros.
A través del humo y el polvo, Verruckt miró fijamente la figura borrosa de Allison, sintiendo una extraña familiaridad agitarse en lo más profundo de su interior. Era como si la explosión hubiera despertado recuerdos largamente olvidados.
«¿Quién eres exactamente?», preguntó, acercándose a ella.
Acababa de terminar su pelea con Kellan. Kellan tenía fuerza, pero no era rival para el poder bruto de Verruckt. Verruckt debería haber acabado con Kellan, pero estaba totalmente concentrado en Allison, impulsado por la necesidad de confirmar algo.
La sensación familiar en lo más profundo de su ser le puso la piel de gallina. Sintió un impulso abrumador de matar, uno que no podía controlar.
Cuando el humo comenzó a disiparse, Verruckt vio finalmente a Allison con claridad. Su rostro… ahora coincidía con la chica que recordaba.
«Eres realmente tú…», murmuró en voz baja.
Un aura peligrosa lo rodeaba, y al acercarse, su salvaje cabello plateado y sus ojos rojo sangre parecían más oscuros, más amenazadores. El silencio le parecía antinatural, como la calma antes de una tormenta.
Pasó por encima de los cuerpos quemados que tenía a sus pies. «Sujeto 001, debería haber sabido que no morirías tan fácilmente».
«Nunca pensé que te convertirías en alguien que ayuda a que prospere el mal».
Allison nunca imaginó que Verruckt se convertiría en alguien que ayudaría al mal. Ella lo miró directamente a los ojos.
«Sujeto 001» era el código que le habían dado en el centro de investigación de la isla hacía tantos años. Hacía mucho tiempo que nadie lo había mencionado. Ese nombre representaba una parte de su vida que había trabajado duro para olvidar. Pero ahora, Verruckt había descubierto esa verdad oculta.
.
.
.