Los Secretos de la Esposa Abandonada - Capítulo 770
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 770:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
¿Cómo podía ser? Sentía como si le doliera cada hueso del cuerpo, como si lo estuvieran aplastando.
El dolor era abrumador, lo asfixiaba.
Así que la persona que lo había salvado cinco años antes no era Melany. Era Allison, la que una vez había sido su esposa, pero a la que nunca había apreciado en absoluto.
Todos estos años, había seguido haciendo daño a Allison, incluso alejándola. En ese momento, sus recuerdos lo atravesaron como cuchillos, desgarrando su corazón.
Después de que Allison colgó la llamada, se dirigió a la sala de descanso en el segundo sótano del edificio.
Cuando entró, se encontró con los demás reunidos, cotilleando y claramente frustrados por el asunto del suero.
«Nuestro laboratorio ha estado maldito últimamente», murmuró uno de ellos. «Perdimos un frasco de suero y ahora siguen apareciendo asesinos. Incluso he oído que están complicando los procesos del laboratorio».
—No hay otra opción —intervino otro—. El sistema de defensa va a ser mejorado. Se supone que se llamará Sistema Meteor.
—Ese nombre suena un poco romántico, ¿no?
Judith se burló, curvando los labios en una fría sonrisa. —¿Romántico? He oído que si aparece un intruso, el sistema activará bombas de infrarrojos y fósforo blanco, convirtiendo todo el laboratorio en un horno.
«Dios mío, el intruso no tendría ninguna posibilidad».
«Exacto», respondió Judith. «Es aterrador».
Allison se quedó a un lado, sumida en sus pensamientos. Se dio cuenta de que si alguna vez se activaba el sistema Meteor, entrar en el laboratorio sería un viaje sin retorno.
No había más tiempo que perder. Mañana era la única oportunidad para actuar.
Ella tomó un sorbo de su café con calma y preguntó con indiferencia: «Si van a actualizar el sistema, ¿no tiene que estar allí el Sr. Shaw? Pero he oído que no viene mañana».
Judith la corrigió rápidamente: «Estará aquí. Mañana es miércoles. No se quedará mucho tiempo, pero aparecerá».
«¿Cuánto tiempo se quedará?».
Judith, sin sospechar nada, respondió con sinceridad: «Probablemente se irá alrededor del mediodía».
Entonces, con una sonrisa pícara, Judith se inclinó y bromeó: «¿Qué, planeas irte con él?».
Allison hizo un gesto de rechazo con la mano. «De ninguna manera. Solo estoy pensando en cuándo puedo tomarme las cosas con calma».
Dejó el café y regresó a la oficina.
.
.
.