Los Secretos de la Esposa Abandonada - Capítulo 757
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Capítulo 757:
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Allison se rió entre dientes. «No es molestia. De hecho, lo encuentro divertido», respondió con una sonrisa. Se puso la mascarilla y se dirigió a la sala de recepción.
Poco después, entró con dos tazas de café humeantes en la mano.
—Hola —saludó con voz ligeramente ronca, como si tuviera un resfriado de verdad—. Trabajo aquí en el laboratorio. Si necesita algo, no dude en decírmelo.
Melany apenas levantó la vista y dijo: —Deja el café ahí. Luego tomó una de las tazas con aire rígido y educado y le dio un sorbo sin mostrar ningún signo de reconocimiento.
Colton jugueteaba con su corbata, mostrando su impaciencia. —¿Cuándo va a estar libre tu jefe? —preguntó secamente.
Allison mantuvo una expresión agradable mientras respondía: —No falta mucho. Está a punto de terminar su reunión. —Su tono era cálido y profesional mientras se sentaba frente a ellos.
—De hecho —añadió—, si hay algo específico que necesite, puede comentármelo primero. Me aseguraré de que todo esté organizado y listo para él.
Colton asintió rápidamente. —Me parece bien. Nos ahorrará tiempo a los dos.
Sacó un documento y lo colocó sobre la mesa frente a ella.
—Aquí se describe el estado de mi madre —explicó—. Sus episodios le causan un dolor insoportable, y esperamos encontrar una solución.
Allison ya sabía de los dolores de cabeza de Lindy, pero fingió hojear el documento, con expresión pensativa.
Colton la estudió mientras ella leía, con una extraña sensación de familiaridad.
Melany, al notar su inquietud, habló con un tono de voz agudo. «Colton, esta mujer no parece una investigadora. Mostrarle esos expedientes médicos es una pérdida de tiempo. Probablemente ni siquiera pueda entenderlos».
Si hubiera hecho el comentario antes de que Allison abriera el expediente, podría haber parecido una preocupación. Pero decirlo después de que Allison ya hubiera hojeado varias páginas hizo evidente que estaba tratando de humillarla.
Sin inmutarse, Allison cerró el archivo con calma y precisión y respondió al comentario con un tono neutro. «He revisado el documento. Sin duda, es un caso difícil de dolores de cabeza, pero hay formas de aliviar el dolor».
Luego dirigió la mirada a Melany y añadió: «Aquí en nuestro laboratorio no hay lugar para la incompetencia. Si tienes dificultades para entenderlo, puedo explicártelo».
Las palabras cayeron como una bofetada, dejando a Melany atónita. Su rostro se oscureció y apretó los dientes antes de soltar: «Eso no será necesario».
Colton no se dio cuenta de la sutil tensión en el intercambio entre Melany y la mujer que tenían delante. Simplemente frunció el ceño y preguntó: «Entonces, ¿se tarda mucho en crear un medicamento como este?».
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