Los Secretos de la Esposa Abandonada - Capítulo 669
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Capítulo 669:
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Al principio había temido que la confinaran al primer sótano, pero le sorprendió gratamente lo fácil que había sido ascender al segundo nivel. Mirando a Jareth, preguntó: «¿Necesitaba algo más de mí esta noche?».
Jareth miró su reloj de pulsera y asintió. —Tu turno terminó hace un rato. Es un procedimiento estándar que acompañe a los nuevos empleados en su primer día.
—Te lo agradezco —respondió Allison, manteniendo un tono educado.
Antes de irse, echó un último vistazo al bullicioso laboratorio. Los investigadores seguían en sus puestos, trabajando con una intensidad que sugería una fecha límite crítica.
Pestañeó, genuinamente desconcertada. «¿Soy la única que se va? ¿No han terminado los demás por hoy?».
Jareth negó con la cabeza. «El Sr. Shaw está hoy, lo que significa trabajo extra para todos. No se irán pronto. Céntrate en ti misma, Alice. El resto no es asunto tuyo».
«Entendido», dijo ella, sabiendo que no tenía sentido seguir indagando. Allison sabía que el hombre que tenía delante era reservado y no se dejaba persuadir fácilmente para revelar información.
Mientras bajaban en el ascensor, los pensamientos de Allison divagaban. Si Verruckt ocupaba el segundo sótano, ¿qué secretos podrían estar ocultos en el tercero? ¿Estaba conectado con la Sala 9 que habían mencionado antes?
Interrumpiendo sus pensamientos, Jareth se volvió de repente hacia ella. «¿Tienes un lugar donde quedarte? Si no, el instituto puede proporcionarte alojamiento». Claramente, había hecho sus deberes sobre su falso pasado, sabiendo que se había colado en Vrining y que probablemente tendría problemas para conseguir alojamiento.
Allison vaciló brevemente y luego ofreció una sonrisa educada. «Gracias, pero mi novio y yo ya hemos encontrado un lugar. No quisiera molestar más».
Al mencionar a su novio, un destello de algo pasó por los ojos de Jareth. Su tono siguió siendo amable, pero había una sutil corriente subyacente de sugerencia.
«Me parece bien. Pero a veces, Alice, es prudente mantener las opciones abiertas. Nunca se sabe cuándo puede surgir una oportunidad mejor».
Jareth había pasado años trabajando bajo las órdenes de Verruckt y nunca le había visto mostrar misericordia a nadie. Allison, sin embargo, interpretó su papel a la perfección, sonriendo como si no se hubiera enterado de nada.
«Está bien, hablaré con mi novio sobre la posibilidad de mudarnos».
En ese momento, el ascensor sonó, anunciando su llegada. Las puertas se abrieron y revelaron a Kellan de pie, esperando. En el momento en que vio a Jareth junto a Allison, un destello de algo peligroso brilló en sus ojos.
«Cariño, has venido a recogerme», dijo Allison alegremente, uniendo rápidamente su brazo al de Kellan. Se volvió hacia Jareth, sin que su sonrisa flaqueara. —Gracias por cuidar de mí hoy. Ahora me voy con mi novio.
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