Los Secretos de la Esposa Abandonada - Capítulo 651
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Capítulo 651:
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Allison sonrió, contenta de esperar. Podía oír el leve sonido de él ajustando algo, el ocasional susurro de movimiento.
Había un aire de expectación en la habitación, una emoción silenciosa que hacía que su corazón latiera un poco más rápido. Entonces, su voz profunda y magnética susurró cerca de su oído: «Todo listo».
Levantó suavemente la mano de sus ojos.
Allison parpadeó, su visión se ajustaba, solo para encontrarse todavía rodeada de oscuridad. «Eso fue rápido», murmuró, con la confusión marcando sus cejas.
A medida que sus ojos se ajustaban lentamente, se dio cuenta de que la oscuridad que los rodeaba no era natural; era profunda, envolvente, casi como adentrarse en otro mundo. Parecía como si un material sofisticado y de alta tecnología hubiera envuelto la habitación, transformándola en una noche interminable.
Pero entonces, algo cambió. Allison jadeó suavemente, con la respiración contenida en la garganta.
El techo sobre ellos parecía brillar tenuemente, una luz suave y etérea se extendía por su superficie como los primeros indicios del amanecer. Entonces, como si se hubiera lanzado un hechizo, las estrellas comenzaron a brillar una a una, pintando la oscuridad con su suave y fascinante resplandor.
Era como si los propios cielos hubieran descendido a su habitación, el cielo estrellado tan cerca que casi podía estirar la mano y tocarlo.
Justo cuando se maravillaba con esta ilusión, Kellan pulsó un botón y el sonido de una suave brisa llenó la habitación, como si hubieran sido transportados al exterior.
¡Zas!
De repente, estalló una ráfaga de fuegos artificiales sobre sus cabezas, llenando el cielo improvisado de colores brillantes.
¡Bang!
La explosión de luz se dispersó en todas direcciones, bañándolos en fugaces destellos de calidez y color. Las estrellas y los fuegos artificiales se reflejaban en los grandes ojos de Allison, y su brillo se reflejaba en su asombro. Allison se sintió como si estuviera en un mundo creado solo para ella, rodeada de una sinfonía de luces y sombras.
En medio del deslumbrante espectáculo, la mano de Kellan encontró la de ella, entrelazando sus dedos con los de ella mientras se giraba para mirarla. «Allison, te quiero», dijo, con voz firme pero llena de una profunda emoción que ella no había oído antes. «Cuando volvamos de Vrining, encendamos juntos fuegos artificiales de verdad».
Su corazón, durante mucho tiempo encerrado en una concha protectora, pareció descongelarse con sus palabras. Podía sentirlo revivir como si el calor de la primavera finalmente la hubiera alcanzado después de un largo y frío invierno.
«Esto ya es lo suficientemente hermoso», respondió ella, alzando los ojos para encontrarse con la mirada de Kellan.
La forma en que la miraba era más fascinante que cualquier cielo estrellado o estallido de fuegos artificiales. Era como si ella fuera lo único que existía en su mundo, lo único que importaba. No estaba mirando el deslumbrante espectáculo que les rodeaba; la había estado observando todo el tiempo. Un calor que Allison no había sentido en años comenzó a florecer en su pecho.
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