Los Secretos de la Esposa Abandonada - Capítulo 641
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Capítulo 641:
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Admitió que le debía a Allison el lío que había creado, pero ¿a su madre? Ella no merecía verse arrastrada a las consecuencias.
Una pausa llenó el aire antes de que él preguntara, más bruscamente: «¿De dónde sacaste el dinero para pagar mi fianza?».
«Fue de las acciones que Keanu… cedió», dijo ella con cuidado. «Pero… dijo que ya no tenemos nada que ver con él». El mundo de Colton pareció derrumbarse.
Keanu… ¿era tan despiadado como para cortar todos los lazos, todo por un divorcio?
Melany lo observó de cerca, con expresión inescrutable. Ya había tomado posesión de algunas de las acciones de Keanu. Tenía planes de llevárselas, se diera cuenta o no.
«Ah, y Lindy… vio a Allison y al Sr. Lloyd juntos, cogidos de la mano. Eso la enfadó tanto que le dio aún más dolor de cabeza», dijo Melany con inocencia. «Quizá por eso Allison nos guarda rencor».
Colton se puso rígido, con la mandíbula apretada mientras asimilaba la información. Se frotó las sienes, con la frustración a punto de desbordarse. «Eso… no tiene sentido».
Sin decir nada más, cogió el teléfono.
Tres llamadas a Allison quedaron sin respuesta. Se dio cuenta de que ella lo había bloqueado hacía mucho tiempo. Solo quedaba una persona a la que acudir: Kellan.
Mientras tanto, Kellan estaba colocando suavemente a Allison en el sofá. Estaba desatando la fina cuerda que rodeaba su tobillo, y cada hebra se deslizaba libre con cuidadosa precisión.
¡Ding!
El teléfono de la mesa de café zumbaba sin cesar, la pantalla se iluminaba con el nombre de Colton.
Allison suspiró, exasperada. «Probablemente sea un lío en el que quiere meterme. Cuelga».
Pero Kellan no lo hizo. Hizo una pausa, la miró con una mirada cómplice antes de contestar la llamada. Le apoyó la cintura con un brazo, manteniéndola cerca, y puso el teléfono en el altavoz.
«¿Qué pasa?», preguntó.
Colton no perdió tiempo. «¿Está Allison contigo?».
Los labios de Kellan se acercaron al oído de Allison, su aliento cálido en su piel.
—Con quién esté no es asunto tuyo. Eres su ex, ¿recuerdas?
—¿Su ex? La voz de Colton al otro lado de la línea estaba llena de risa, aunque su ira era inconfundible. A pesar del matrimonio fallido, al menos había sido su marido una vez. Pero ¿Kellan? ¿Qué era él para ella? Apretando los dientes, Colton respondió, con un tono cada vez más agudo: «Sr. Lloyd, póngame con Allison».
Allison vio que Kellan no ignoraba a Colton por accidente, sino a propósito. Ella rodeó su cuello con sus brazos, trazando con sus dedos ligeros y burlones círculos sobre su pecho. Cuando sus ojos se encontraron, la nuez de Adán de Kellan se movió mientras sostenía su mirada.
«Allison está ocupada. No puede atender tu llamada», dijo con suavidad, mientras su mano se desplazaba ligeramente por su cintura. Su abrazo era cálido y tranquilizador, como un voto silencioso. La mirada de Kellan se volvió oscura e indescifrable. «Si tienes algo que decir, puedo hacérselo llegar».
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