Los Secretos de la Esposa Abandonada - Capítulo 624
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Capítulo 624:
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¿Cómo acabaron las cosas así? Solo un extraño giro del destino. «Mientras permanezca, siento como si… una parte de ella siguiera aquí, conmigo».
Kellan había escuchado atentamente de principio a fin. Sujetó con fuerza los dedos de Allison.
«Entonces yo también estaré aquí contigo». Su voz era ronca y posesiva.
Cuando sus miradas se encontraron, había algo crudo en su mirada que casi la inquietó. «Allison, gracias por contármelo».
Era un gesto de confianza, de desnudarle el alma.
Ella bromeó: «Pensé que me preguntarías si alguna vez había matado a inocentes, por si acaso».
Una leve sonrisa se dibujó en los labios de Kellan.
—Por lo que yo sé —dijo, con una expresión inescrutable—. Los que se han topado con tu espada no eran nada inocentes. Hay más personas en este mundo que merecen morir de las que podemos contar. Si acabar con ellos es un crimen, entonces supongo que ambos somos culpables.
Había un matiz despiadado en sus palabras, una honestidad brutal que rara vez encontraba, y eso le produjo una inesperada sensación de alivio.
—Parece que ahora estoy atada a usted, Sr. Lloyd.
Su viaje a la oscuridad nunca había sido por elección, sino por mera supervivencia. Perseguida, casi muerta, constantemente acosada por los secretos que su madre había dejado atrás, se había entrenado para soportarlo.
Durante años, nunca había pensado que alguien aceptaría su pasado, y mucho menos que estaría a su lado. Sin embargo, Kellan estaba dispuesto no solo a aceptarlo, sino a luchar a su lado.
Inclinando la cabeza con una sonrisa irónica, dijo: «Señor Lloyd, parece que tiene una vida sencilla. Pero si me sigue a Fleeingland, no me culpe si se mete en problemas».
Él solo apretó más su mano.
«¿Quién dijo que tenía una vida sencilla?». Levantó una ceja.
Allison soltó una risa, encantada por la rara alegría que había en él.
—Por supuesto que lo sé —respondió ella—. Los Lloyd no son precisamente conocidos por su inocencia. Se rumorea que eres despiadado, de sangre fría, que trabajas tanto en el mundo legal como en el inframundo con facilidad, e incluso tienes vínculos con la mafia.
Ella había percibido su lado oscuro desde su estancia juntos en las Islas Quemadas, sobre todo sabiendo que su hermano había sido asesinado por la mafia.
«Pero en la superficie, Sr. Lloyd, su vida es sencilla», señaló, con la mirada perdida mientras veía más allá de la puesta de sol, la niebla que se acumulaba sobre las montañas lejanas. «Después de que derribemos el laboratorio de experimentación humana, podría acabar como yo: en el punto de mira de cualquiera». Al decir esto, dejó claras sus intenciones. Independientemente de si su madre había estado alguna vez retenida en ese retorcido laboratorio o no, había decidido destruirlo. Lo derribaría por cada tormento que había soportado.
«No importa». Sin dudarlo, Kellan levantó su mano y la besó suavemente.
Los últimos rayos de sol se desvanecieron, dejándolos en penumbra mientras el viento le despeinaba el corto cabello.
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