Los Secretos de la Esposa Abandonada - Capítulo 464
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Capítulo 464:
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Ella y Kellan no eran pareja, ni lo serían nunca. El silencioso chorro de agua llenó el baño mientras Allison se lavaba las manos bajo el chorro de agua fría, intentando dominar sus pensamientos.
Levantó la mirada hacia el espejo y una sonrisa irónica se dibujó en sus labios. «¿Cuándo me he vuelto tan indecisa y recelosa, Allison?», se preguntó.
Nunca se había mordido la lengua ni había ocultado sus sentimientos. Sin embargo, aquí estaba, escondiéndose tras capas de contención.
Cuando se trataba del corazón, se dio cuenta de que era tan vulnerable como los demás.
Mientras se sumía en sus enredados pensamientos, una sombra pareció surgir en el espejo, llamando su atención. Levantó la vista y el corazón le dio un vuelco cuando su mirada se encontró con el reflejo de otra persona. «¿Sr. Lloyd?» Allison frunció el ceño, confundida.
Este era sin duda el último lugar donde Kellan debería haber estado.
«¿Ha entrado por error?» preguntó Allison, mirando el cartel.
La puerta indicaba claramente que era el baño de mujeres. Claro, el lugar estaba casi vacío con todo el mundo en el almuerzo, pero eso no significaba que él debería estar aquí. Incluso a un director general le costaría dar explicaciones si le pillaran.
Pero Kellan ignoró su pregunta. En lugar de eso, tomó una dirección completamente distinta. «Señorita Clarke, me ha estado evitando».
No era una acusación, sino más bien un hecho.
Allison se detuvo un momento, su respuesta tranquila. «En absoluto.
El leve aroma de perfume -limón y naranja dulce- flotaba en el aire, agudizando su atención. Kellan se apoyó en el lavabo, con expresión seria. «No le pasa nada. Se fue del país cuando era niña y sólo viene una o dos veces al año. Apenas la conozco».
«¿Y?» La mirada de Allison se encontró con la suya, con las cejas ligeramente fruncidas. «Eso es asunto tuyo. No me debes una explicación».
«No quiero malentendidos entre nosotros».
La tensión de su mano lo decía todo. Quería algo más que el frío distanciamiento de ella.
Por un momento, el silencio llenó la habitación.
Los dedos de Allison se tensaron, pero ella sabía exactamente lo que él quería decir.
Sin embargo, ella ya había dejado las cosas claras. No había nada entre ellos, y con Vrining acechando en su futuro, lo mejor era cortar cualquier vínculo restante.
Mirando su reflejo en el espejo, Allison habló con firmeza. «Sr. Lloyd, no voy a pelearme por nadie. Ambos tenemos muchos admiradores, y cualquier malentendido puede resolverse. Sólo somos compañeros, nada más, y va a seguir siendo así».
Ella fue directa, no endulzó nada.
Disfrutar de la emoción de sus encuentros era una cosa, pero eso no significaba que fuera a tirarlo todo por la borda para estar a su lado.
Los ojos de Kellan se reflejaron en ella en el espejo, silenciosos. Luego murmuró, casi para sí mismo: «Un compañero ideal». Era la segunda vez. La segunda vez que lo dejaba fuera.
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